Revista Digital de El Quinto Hombre

QUIENES ERAN LOS MOCHICAS Y CHIMUES

Si vamos a hablar de culturas preincas no podemos dejar de mencionar a las culturas Mochica y Chimú del Perú, que nos dejaron muestras impresionantes de sus valores en cada templo, pirámide, cerámicas, tejidos, tallas, etc.

Los Mochicas existieron alrededor del  400 a 1000 DC  y el imperio Chimú que lo sucedió del 1000 al 1466 DC.

por C.E.I.A.

(Centro de Estudios
de la Identidad Aborigen)

Vivieron en una extensión de más de 4050 Km. que empieza al sur de Tumbes y sigue hasta Coquimbo, que pertenece a Chile. La temperatura es de un calor intenso y seria insoportable si no existiera el mar con sus brisas del sudeste. Cuando se oculta el sol comienza a soplar el frío viento nocturno y llega a ser tan penetrante como en las elevadas montañas; desde mayo a noviembre la corriente costera se hace más fría y fabrica espesas nieblas dando días con temperaturas muy bajas.

Efigie de cerámica mochica de cerca del año 800 después de Cristo mostrando los rasgos característicos del pueblo: nariz corva, pómulos salientes y ventanas de la nariz sobresalientes. La pintura del rostro y las grandes orejas decoradas eran acostumbradas por casi todos los hombres.

El hombre mochica, según se puede ver en la iconografía, era de cuerpo ancho, cara redonda, pómulos salientes, boca grande de labios gruesos y ojos rasgados y oscuros.

Las mujeres eran de contextura más fina y baja estatura. Tanto los mochicas como los chimúes eran agricultores y guerreros, pertenecían a un clan vinculado por lazos de sangre. Se casaban muy jóvenes, construían su casa de adobe ayudados por la comunidad y cultivaban la parcela que le era designada.

Por vivir en un territorio totalmente desértico, crearon un sistema de regadío del cual dependían por completo; los canales eran hechos de barro, interceptaban los ríos en sus orígenes y hacían descender el agua por acequias que seguían las laderas de las montañas que bordeaban los valles; eran Km. y Km. de acequias, una de ellas tenía un largo de 110 Km. y venía del nivel superior del río Chicana a 1200 mt. de altura. Hasta hoy existen incontables canales en ruinas, a pesar de ello, muchos siguen prestando utilidad después de más de 2000 años.

Las mujeres ayudaban en los cultivos, educaban a sus hijos, tejían, manufacturaban las cerámicas y preparaban la chicha, bebida de maíz.

La monogamia era general en el hombre inferior; la poligamia estaba reservada a los hombres de la clase directora; tenían muchas mujeres y las elegían entre las más hermosas. La mujer tenía derechos casi iguales a los hombres, era respetada y tratada con delicadeza. Podía llegar a ser jefe de tribu.

En cuanto a la artesanía mochica y chimú, su cerámica fue, de alguna manera, su lenguaje; se dice que junto a las culturas tarascas son las mejores elaboradas de los diferentes pueblos del perú, debido a su realismo.


Mochica tocando un instrumento de seis cañas

Puede decirse que su alfarería es pictográfica ya que brinda información en sus formas.

Con respecto a sus tejidos, se pudo ver la calidad en el diseño desde el punto de vista técnico, uso de doble tela y bordado. Se hacía con dos tipos de algodón, el blanco y el pardo; además de algodón tejían en lana de alpaca y vicuña que recibían a través del comercio; también cocían plumas en las telas.


Ejemplo de tejido chimú. Los colores vivos se obtenían mediante el uso de una amplia variedad de tintes, la mayoría de origen vegetal.

Eran expertos en la realización de delicadas artesanías, ornamentos, máscaras, figuras de sacerdotes, etc. en oro. Los objetos metálicos eran trabajados de diversas maneras: martillándolos en moldes, repujándolos, grabándolos, incrustándolos de piedras preciosas, laminándolos, ligándolos y vaciándolos en moldes.

En su vida espiritual, tanto los mochicas como los chimúes, adoraban a la Luna. En el valle de Moche, los mochicas erigieron dos templos: uno dedicado a la Luna, el más grande e importante, y uno más pequeño, en honor al Sol; a diferencia de los Incas que en primer lugar adoraban al Sol. Se tenía muy en cuenta la influencia de la Luna en las mareas y las distintas fases que coincidían con el ciclo menstrual femenino. Les atraían las estrellas, a través de las cuales basaron su calendario, de acuerdo al surgimiento y desaparición de las mismas; también eran consideradas diosas. Profesaban el culto al agua, ya que dependían de ella para poder vivir y además regía su economía.

El mundo estaba vivo, cada cosa tenía un alma, cada persona tenía una especie de ángel guardián, un hanqui, una sombra que era su amigo íntimo o consejero.

Cerámica de efigie, en negro azabache, representando a un guerrero chimú ajustándose el casco.

Los chimúes fueron conquistados por los incas, pero la huella dejada por estas dos culturas preincas es siempre actual, ya que a través de las cerámicas encontradas en sus tumbas pueden leerse sus costumbres, sus amores y muertes.

BIBLIOGRAFIA:   "Los Reinos desérticos del Perú" - Victor W. von Hagen  -                                   Editorial Diana.

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