Revista Digital de El Quinto Hombre

Todos los programas relacionados con la ecología son un llamado a la conciencia del ser humano que habita el planeta Tierra. La explicación más importante de la ecología es la conservación racional de nuestros recursos naturales y son los aborígenes los que han dado el ejemplo con su proceder.

Por Lic. Alicia Coscarella.

Hay que detener urgentemente la codicia humana sobre los recursos del planeta, dejando de contaminar y protegiendo el medio ambiente: agua, aire, la tala indiscriminada de árboles, etc; así se protege la biodiversidad de especies para poder seguir con la cadena ecológica, porque la muerte de una produce la muerte de otra especie.

Las plantas y los animales poseen recursos valiosos para el porvenir de la Humanidad, en especial en el campo de la medicina.

Hay que decirle "no" a la caza y pesca deportiva, principalmente a la caza mayor, realizada sólo por lucir en una pared la cabeza de un inofensivo ciervo o huemúl que prácticamente ya están en extinción; muy diferente es la posición de los aborígenes que sólo cazan y pescan para alimentarse o abrigarse. Ellos dicen que la naturaleza no les pertenece,. respetan a la Pacha Mama, le hacen ofrendas y agradecen su vida mediante rituales.

Estos desastres ecológicos que están sucediendo: inundaciones, agujero de ozono, cambios climáticos, tornados, terremotos, lluvia ácida, etc, son avisos y súplicas de la Tierra que les está diciendo a sus hijos "basta"; pero ella es tan generosa que saca fuerzas de sus entrañas y sigue alimentándonos. Hay que tomar conciencia de todo este agravio y protegerla, para tener una mejor calidad de vida y que el planeta pueda seguir viviendo.

El único animal que se autodestruye es el Hombre. La contaminación es el camino que conduce a la muerte y afecta a todos los seres. Tenemos que tomar medidas urgentes y ocuparnos seriamente, para poder mantener con vida a nuestra Madre Tierra; ella ama a sus hijos y le da el sustento, mientras que la avaricia del Hombre la está ultrajando.

Para reflexionar:

                          "El día que hayais envenenado el último río,
                           abatido el último árbol,
                           asesinado el último animal.
                           Cuando no existan flores ni pájaros,
                           Os daréis cuenta de que
                           El dinero no se come"         

                                                                          Cacique Seatle.

La lucha contra las empresas petroleras y petroquímicas:


Estas empresas hacen permanentemente desastres ecológicos de gran magnitud. Los gases que emanan las petroquímicas son: el dióxido de carbono, el metano, así como óxidos nitrosos y clorofluorcarbonos; estos gases son los que aumentan la temperatura planetaria; además el humo que emanan no es inocuo y no reconoce fronteras; se esparce y el viento lo lleva, se queda en la atmósfera y produce finalmente la lluvia ácida.

El humo de las chimeneas industriales combinado con los elementos de la atmósfera afecta al medio ambiente con el fenómeno conocido como "lluvia ácida". En las fotografías un campo en Suiza antes y después de ser dañado por el fenómeno.

Los desperdicios que arrojan ciertas empresas al agua, se mezclan y siguen su curso; un derrame de petróleo, por ejemplo en Brasil, nos afecta a todos, como lo sucedido en San Pablo en noviembre de 2000, donde un barco de una importante y conocida empresa petrolera, en un choque contra un dique, derramó 86.000 litros de petróleo en el mar.

Han existido varios accidentes ecológicos, para ser más precisos, son seis provocados en el transcurso de sólo el año 2.000, con contaminantes tóxicos. El más terrible fue en Araucaria, Brasil, donde un oleoducto de esa misma empresa que opera en casi 20 países del planeta, tuvo una fuga de 4.000.000 de litros.

Otro hecho más, en San Salvador de Bahía (Brasil), exactamente en Camacarí, el segundo polo petroquímico del Brasil, vuelca sus desechos en la Bahía, así como otras grandes fábricas hacen lo mismo. Una fundición de cobre, cuyo desperdicio es el arsénico y otra industria que procesa peligrosas fibras de amianto, derrama en el agua, sus sobrantes. Así se hace morir la fauna marina que paulatinamente va desapareciendo; la luz solar no atraviesa las aguas por estar muy opacas, perdiéndose lentamente, por ejemplo: las algas, por no producirse la vital fotosíntesis.

En  Centro y Sudamérica, hay empresas petroleras que han sido denunciadas por varias infracciones e irregularidades en sus actividades, aunque siguen actuando con total impunidad.

Hay territorios indígenas que están amenazados desde hace varios años, las comunidades hacen permanentes denuncias, prometen la solución, pero siguen trabajando igual y destrozando el ecosistema.

En Colombia, los aborígenes aseguran que estas empresas están explotando tierras que les pertenecen a ellos y que además son sagradas. Los nativos U'wa  dicen que su obligación va más allá de salvaguardar sus propias tierras, y que estas  denuncias las hacen para ayudar a salvar el planeta.

¿COLABORAMOS EN LA SALVACION DEL PLANETA? O ¿SEGUIMOS SIENDO SIMPLES OBSERVADORES?.