Revista Digital de El Quinto Hombre

              ABORIGENES NORTEAMERICANOS

                                                                                              

Los nativos de Norteamérica, llamados indios, bautizados así a la llegada de Colón a estas tierras, por la errónea creencia de haber llegado a Indias. La realidad es que ellos habitaban el lugar desde cerca de 80.000 años y más seguramente, por lo menos 25.000 años atrás.La mayoría de las razas nativas se originaron en el tronco Mongol; para la Antropología clásica supuestamente, llegaron al Hemisferio Occidental mucho antes de que estuvieran totalmente definidas las razas humanas modernas.

por C.E.I.A.

(Centro de Estudios
de la Identidad Aborigen)

Las características físicas de estos seres señalan dos tipologías bien definidas de constitución. Los de la costa atlántica y praderas del lado occidental son generalmente altos, de contextura musculosa con rasgos angulosos y firmes, no parecen asiáticos y se supone, son de raza roja. En tanto los del sudoeste y también California, son de estatura menor y rasgos más suaves. La piel de ambos grupos es amarilla o bronceada, ojos castaños o negros y cabello lacio y grueso.

Un Osage, un Iroqués y un Pawnee Los Osage vivían en Missouri y Arkansas. Empezaron a ceder territorio en 1808 y en 1870 fueron confinados a una reserva de Oklahoma.

Los Iroqueses eran un agrupamiento linguístico de muchas tribus, entre los que los Mahawk, los Onondaga, los Seneca y los Oneida formaban la Liga Iroquesa.

Los Pawnee eran una confederación de tribus.

Siete grupos de lenguas diferentes se manejaban en épocas remotas, con un total de alrededor 300 dialectos, por lo que para comunicarse entre tribus desarrollaron un "leguaje de signos".

Sus culturas variaban más por el clima de la región, donde habitaban, que por su tronco racial o su lengua.

En general, no formaban clanes pero todas contaban con diferentes sociedades, algunas guerreras, para custodia de su territorio o también sus incursiones de cacería de búfalos o para defenderse de otras tribus cercanas. 

Con el hombre europeo llega el caballo; entonces algunos agricultores, dejaron sus ciudades, emigraron a las praderas y se dedicaron a la persecución de los búfalos, conduciéndolos a algún precipicio o a los ríos; por lo tanto cambiaron paulatinamente sus costumbres y sus hábitos de vida. Vivían en cabañas, con forma de cúpula, que trabajaban con madera y césped; eran monógamos y su economía era mixta por la caza. y pesca; recolección de frutos y los sembradíos que cosechaban.


Cacería de búfalos en las praderas.
Los indios aprovechaban todas las partes de este animal

El arraigo de las tradiciones de Oriente, de donde se presume provenían, recobra fuerza y luz en sus principios de causalidad esencial y no en la creencia de su accidentalidad existencial. Es por eso que algunas etnias, para ejemplificar sus tradiciones peculiares, nombran a China y Japón, no para englobar en el chamanismo siberiano todo lo autóctono de estos pueblos sino para situarse en relación con la raza amarilla primitiva, de algunos y su convicción férrea de la realidad circundante.

Las formas siberianas y americanas de chamanismo, tienen los más variados niveles. Cabe aclarar que por chamanismo se entienden las tradiciones de origen "prehistórico" propias de los pueblos mongoloides.

Creen que el Gran Espíritu tiene un carácter demasiado sublime y plenamente benéfico para ser directamente el autor del mal. Sigue enviando a sus hijos todas las bendiciones de las que gozan, a pesar de las ofensas recibidas por ellos en su desobediencia; su decadencia y castigo son producto de la actitud de cada uno de ellos ante la solícita atención paterna.

Por eso oran, agradecen lo recibido y ruegan por los necesitados; son escrupulosos, fervientes y sinceros devotos. No se encuentra en ellos hipocresía ninguna, ni frialdad ni indiferencia respecto de las cosas sagradas y sostienen la firme convicción de una vida futura con recompensas y castigos.

Un viejo chaman, Vermillon estaba segura de que todos los indios conocían a Dios, mucho antes de la llegada del hombre blanco, pero ellos no le pedían favores particulares. La creencia de un Ser Supremo está firmemente arraigada en esta cultura. Este Ser llamado Kiche Manito o Gran Espíritu, estaba muy alejado de ellos y por lo tanto se dirigían en sus plegarias a Grandes Espíritus Menores para que fueran su nexo ya que ellos habitaban en los vientos, la nieve, el trueno, la tempestad, los árboles y en cada cosa creada, dentro de la Naturaleza a la cual idolatraban. En la conciencia de estos aborígenes, la Esencia predomina sobre la Sustancia, lo que está significando que si bien hay un principio monoteísta, el teísmo indio es una teosofía en movimiento, que engarza ciertos conceptos del pluralismo mediterráneo, con conceptos del monoteísmo abrahamanico, surgiendo así una nueva creencia que les pertenece plenamente.

Referido a su cosmogonía, puede decirse que no existe para su mente una creación sino que todo es transformación, ya que lo creado es solo consecuencia, y sobre todo un cambio de estado o descenso, para ellos cada cosa está animada, principio de "sustancia" o "vida" que vincula al objeto con su raíz sutil o anímica que permite suponer, que a partir de cada cosa puede alcanzar la Esencia Celestial.

Por todo lo aquí expuesto, el vandalismo salvaje de estas etnias ejercido por fuerza y poderío de la raza blanca, en detrimento y destrucción de la raza mongoloide; este hecho es uno de los más calamitosos e ignominiosos actos cometidos por la mal llamada "civilización".

Este contexto metafísico de las etnias mongoloides está estrechamente unido al concepto que tiene toda la raza roja de los indios americanos, fundamentalmente los sioux, que son genéticamente parientes de los vascos franceses y españoles, "sus hermanos"; la Antropología clásica se encuentra totalmente ignorante de su origen, del donde vienen, del como llegaron a Europa y a América. Solo hay hipótesis, no verdades definitivas.

Así podemos concluir, que la mitología de ambos pueblos, el mongoloide y el rojo, tienen un basamento iniciático y de cosmovisión muy similar entre ambos, indicando un universalismo, generado en las estrellas o en civilizaciones anteriores desaparecidas. No lo sabemos.

Si querés contactar a C.E.I.A: info@identidadaborigen.com.ar

 

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