Revista Digital de El Quinto Hombre

Quizá el encabezamiento de éste escrito se parezca mucho al titulo de una película de ciencia-ficción, pero no es tan así, lo comentado es algo que en numerosas oportunidades se ha comprobado que puede ser una realidad, aunque ésta a veces supera la ficción.

Haciendo un poco <historia> debo recordar que allá lejos y hace tiempo, en las finales de la década del ’70; en los días que van del 30 al 31 de agosto de 1978, salió a publicidad a través de El Tiempo una nota en la cual detallé las características más sobresalientes que detentaba (en teoría), un abismo negro. Esta última es una denominación que se fue cambiando con el correr de los años y hoy se ha generalizado en agujeros negros.
En aquella lejana fecha dije que tal cuerpo cósmico gira como un planeta más alrededor del Sol, y que tendría una masa de dos a tres veces superior a la del planeta Júpiter; aunque su diámetro no superaría los 10 km., y que se desplazaba a una velocidad de traslación de 9.5 km. por segundo, tardando unos 23 años en recorrer su órbita en sentido retrógrado respecto a Júpiter; éste último transita su órbita en unos 11 años y 8 meses.
De acuerdo a mis cálculos el agujero negro y Júpiter entran en conjunción cada 11 años y unos 6 a 8 meses. Con exactitud esto último no se puede determinar, en razón de que los instrumentos ópticos a los agujeros negros no los captan pues no emiten ni reflejan luz.
Han transcurrido ya más de 20 años desde el primer anuncio que hice, como queda dicho más arriba, a través de El Tiempo, de la presencia del mencionado cuerpo cósmico orbitando en nuestro Sistema Solar.

En el transcurso de más de 20 años han ido ocurriendo muchas cosas respecto a este tema. El más notable es el hecho de que el famoso científico británico Stephen Hawking llega a la conclusión de que a unos mil millones de kilómetros, a partir del Sol, habría un agujero negro. Esto lo expone en las páginas 148 y 149 de su libro titulado en castellano “Historia del Tiempo”. Publicado en nuestro país en 1992 con lo cual en gran teórico da a publicidad sus complejas y numerosas teorías, unos 13 o 14 años más tarde que la del subscripto.
Me parece ineludible comentar que en algunos aspectos de volumen, masa, tipo y demás coordenadas existen disparidad de conceptos de las cualidades que les atribuye la teoría del científico y las que les atribuye mi teoría a los hoy muy misteriosos agujeros negros.
El agujero negro propuesto por mi teoría órbita a unos mil ciento un millones de kilómetros, a partir del Sol.
Me parece importante acotar que se denomina conjunción cuando un planeta se alinea con una estrella o cuando dos o más planetas se alinean con el Sol. Las consecuencias primordiales, durante el transcurso del fenómeno mencionado se notan con un aumento de la actividad sísmica y desorden climático sobre la Tierra. Además de intensa actividad telúrica con potentes y numerosas erupciones volcánicas.

El próximo paso del agujero negro va a ser un tanto más complicado, debido a que ésta vez una conjunción múltiple planetaria por sí sola traerá problemas al interaccionar con el Sol, el cual generará potentes campos gravitatorios que por breves intervalos de tiempo generan en el astro rey enormes campos magnéticos y explosiones que a continuación repercuten sobre la Tierra.
La acción e interacción de los mencionados campos magnéticos inciden a su vez, sobre los campos magnéticos terrestres, que por añadidura varían tanto en su intensidad que perjudican las comunicaciones radiales, televisivas, satelitales; hasta las líneas de alta tensión son afectadas por estos fenómenos que en algunos casos dejan a oscuras a ciudades enteras. Las explosiones solares por su parte envían hacia el Cosmos el llamado viento solar, el que al chocar con la atmósfera terrestre causa desórdenes climáticos consistentes en grandes vendavales, lluvias fuera de lo común en lugares y zonas donde habitualmente son escasas, calores o fríos que superarán los normales, que se han dado durante los últimos 50 años.

Algo que me parece muy importante aclarar es que no obstante que la situación va ser un tanto difícil, por espacio de unos años a nivel mundial, no es para alarmarse mucho puesto que estos fenómenos ya han ocurrido a lo largo de la historia geológica de la Tierra, sin causar modificaciones exageradas. Sin embargo, es muy probable que se produzcan en la cordillera andina sismos de magnitud suficiente como para que se noten hasta en la Capital Federal, pero en nuestra zona de Tandilia, las ondas sísmicas a lo sumo alcanzarán de 2 a 3 grados en la escala Richter de 10.

Al comentar los problemas que acarrearán a la Tierra los fenómenos provocados por las conjunciones planetarias y del agujero negro, quiero hacer notar que esta manera de adelantarse a los acontecimientos no tiene nada que ver con la Astrología, ciencia de la cual no puedo opinar, por cuanto no la he estudiado.
Mis conclusiones se basan principalmente en el estudio de la Astronomía y Astrofísica.
Es también desde mi punto de vista muy importante hacer notar que existen algunas organizaciones de carácter religiosos que aprovechan, tal vez sinceramente, estos acontecimientos cósmicos para hacer creer a algunas personas desprevenidas que tales fenómenos se producen como consecuencia de “castigos divinos”. Cualquiera que lea esta nota se dará cuenta que tales anuncios no pueden ser “tan divinos” cuando un ciudadano común y corriente puede en cierto modo adelantarse en el tiempo, solamente por medio de cálculos y muy largos años de estudio...  

Estas imágenes grafican la torsión que sufre la superficie espacio - temporal (en 3 dimensiones) a consecuencia del intenso campo generado por un agujero negro. En primer término se aprecia cómo el espacio se contrae hacia el centro de gravedad del vórtice. Después de la torsión se ha hecho más pronunciada. Finalmente, se ha formado un inmenso túnel de tránsito intemporal.