Revista Digital de El Quinto Hombre

INVESTIGACION DE VIDAS PASADAS - "ALLA ARRIBA SE ESTA BIEN"
(Pauta de comportamiento n° 18)


Desde treinta hasta un año antes del nacimiento físico, se sabe quienes van a ser el padre y la madre, designados por la Entidad Omnisciente. Muchos testigos sofronizados indican esta circunstancia reveladora de una misión a cumplir.


por Fabio Zerpa

El estado de éxtasis, de luz brillante ("nunca me sentí tan bien") en el que no existe el cuerpo físico ni la atadura del plano tridimensional, donde no hay tierra ni cielo, donde no hay fronteras de ninguna clase y se siente una paz, tranquilidad y placidez excepcionales, ha sido llamado por el Dr. Joel Whitton de Canadá metaconciencia.

Ella puede definirse como la percepción de una realización, más allá de cualquier estado conocido de la existencia física. Para los que visitan ese bardo por primera vez, sus rostros expresan emociones nunca manifestadas (nuestra experiencia investigativa es infinita en estos casos) y no tienen palabras para expresar lo que sienten y ven.

Ese visitar la metaconciencia del Dr. Whitton es totalmente diferente a las experiencias del sueño, los viajes astrales, y todos los otros estados modificados de conciencia.

Pienso que ser metaconciente es como fundirse en la quinta esencia de la existencia, abdicar del sentido del propio yo y de la propia personalidad para enterarse más conscientemente de la auténtica realidad de uno mismo.

Sentirse en el bardo, es sentirse en unidad con el Universo, ser algo etéreo de la eternidad. Esto no es un cuento de hadas sino que es una realidad, infinitamente probada.

Entrar en el bardo, luego de producida la muerte física, es el fin de toda crispación, temor, miedo, ansiedades y dolores, que hasta ese momento se tenían. El rostro queda inexpresivo, se forma una sonrisa en los labios, y empieza a surgir la paz, la serenidad, la sensación maravillosa. Con los ojos cerrados por la sofrosis, el testigo "ve" que tiene visiones realmente extraordinarias, seductoras y arrobadoras.

Muchas veces, nosotros dejamos unos minutos al testigo "viviendo" esa experiencia, sin preguntas ni interrogatorios, para que sienta, esa total realidad "de película". Ya empieza a darse cuenta de que ha dejado su personalidad, su yo externo, y encuentra su yo interno y su eternidad.

Cuando se entra en el bardo comienza la vida entre vidas, y la primera confusión y sorpresa es la falta del transcurrir del tiempo y la no existencia de las tres dimensiones. Pareciera que todo ocurriera en forma simultánea. La transición entre la muerte física y la vida entre vidas, que se presenta más suave y menos traumática, es la de aquellos individuos que han pasado su vida moldeándola, con los mejores sentimientos y actitudes del alma.

Las otras personas, de menor desarrollo espiritual, tienen temor a la muerte y luchan en vano por permanecer en el cuerpo, o producida ella, deambulan sobre el cuerpo físico "sin querer irse". Estos son los hechos que en la Parapsicología se conocen como fantasmogénesis.

Definitivamente, entrar en el bardo, es unirse a lo inmanente, a la supraconciencia, al germen de todas las cosas, fundirse con lo más profundo del ser.

Todas las emociones primitivas (la ira, la tristeza, las comodidades, la lujuria) quedan atrás, en el cuerpo físico. La personalidad anterior es consumida por las nuevas emociones. Los pensamientos anteriores y las acciones del individuo ya muerto, mueren con él. Las emociones verdaderas, las del conocimiento y saber, como son el amor, remordimiento, pérdida, temor, admiración, éxtasis, se mantienen en ese cuerpo astral para ser examinados por ese "tribunal de juicio supremo", siempre dialogante y persuasivo, no violento y agresivo.

El conocimiento de sí mismo que se realiza en el bardo, lo habilita al individuo para poder tomar decisiones vitales que determinan la vida futura.

Esa decisión recibe siempre la influencia (ellos me dicen, yo se que tengo que hacer esto, escucho una voz que me habla, etc.), de los miembros del tribunal, que aconsejan que vida se debe seguir, según la deuda kármica de las anteriores vidas del sujeto.

La opción de elegir se ofrece a todos: ya en el bardo thodol se expresa que "analiza dónde vas a nacer y elige el continente".

Esa nueva vida seleccionada tiene que ser la que realmente el espíritu necesita; las orientaciones de los Maestros tienden siempre a eso. Cuando alguien tiene temor a los obstáculos que se presentaran en el futuro, se lo asesora para que sea fuerte, responsable y consciente de sus actos, dándole esas condiciones para que las ponga en práctica.

En ocasiones también se consulta a otras almas, que han estado en relación en vidas anteriores, y la planificación puede ser conjunta.

Muchas veces se vuelven a restablecer las relaciones entre estas personas que han vivido juntas vidas anteriores, pero cambiando los roles, como ya hemos visto, para sentir y compensar los méritos y obstáculos que se han tenido y se pueden volver a tener.

El propósito en la mayoría de los casos, es saber superar las dificultades emocionales que se producen con nuestro estadio sociológico físico.

Parecería también, a través de nuestra estadística (6.000 casos), que los que hacen planes en el bardo para las vidas futuras, son los que están decididos a evolucionar. En el entrevidas pareciera que "estudian", "analizan", "investigan" para producir el cambio. Estos conocimientos adquiridos en la vida intermedia preparan al alma para la próxima encarnación.

Nos da la idea que el proceso de planificación es ensayado y estudiado, para saber el futuro camino. Muchas veces se elabora el plan pero no se implementa. Cuando eso sucede "el yo interior se da cuenta" y comienzan las tristezas, los sinsabores, las amarguras. Si sucede lo contrario, "tenemos la sensación de que estamos desarrollando nuestra vida como es debido".

Un hecho destacable también, es que el tiempo que se está allá arriba varía según los casos. Hay descensos en veinticuatro o setenta y dos horas por suicidio o accidente, larga estadía por haber realizado en la vida física buena acciones, que llega, en nuestra estadística hasta trescientos años.

Un detalle que nos hizo pensar mucho: Los muertos de la Segunda Guerra Mundial retornaron pronto para producir el famoso boom de los bebés de la década del '50 y '60.

También creemos que las almas que ansían un nuevo cuerpo y con rapidez, es porque sienten la necesidad de "pagar karma" para elevarse espiritualmente cuanto antes.

Cuando ya está decidido el descenso, se empieza a ver "desde allá" a los padres que, en muchos casos, aún no se han casado ni conocido. Ven el acercamiento y enamoramiento de ambos, participan "desde allá" del casamiento, ven a la madre haciendo tareas en la casa y ven al padre, en pantuflas, leyendo el diario en el living.

En la parte siguiente vamos a analizar esto desde otro punto de vista, en base a la fecha, hora y lugar de nacimiento, por qué nos llamamos de tal manera y no de otra. No es casual sino que es totalmente causal, y hasta cuando nos equivocamos en las letras de los mismos igual se llega a un número que nos corresponde.

Para sintetizar, los testigos que han vivido en el bardo reciben el mismo mensaje somos responsables de quienes somos porque hacemos la elección de vida.

Comprendemos, entendemos y "vivimos" la gran moral del macrocosmos que tiene que estar siempre presente en el microcosmos.

Ahora podemos conocer las razones por las cuales vivimos y no debemos sentir los asfixiantes temores a la muerte, que siempre nos han detenido en el camino de la superación y, fundamentalmente, en el de la libertad.





EN LA PROXIMA EDICION, LA PAUTA NUMERO DIECINUEVE

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