Revista Digital de El Quinto Hombre

INVESTIGACION DE VIDAS PASADAS -
SABEMOS LA MISION QUE VENIMOS A CUMPLIR

(Pauta de comportamiento n° 13)


Con el nombre de una persona y su fecha de nacimiento se sabe la misión que viene a cumplir: es lo que se conoce como vibración kármica en la numerología, disciplina creada por el genial Pitágoras. Tenemos que llamarnos de tal manera y nacer tal día y no otro, ser hijos de tales padres, cumplir determinado destino, pero el hombre cumplirá o no, según el libre albedrío.

por Fabio Zerpa

La Numerología es una ciencia muy exacta, concepto que puedo verter luego de las investigaciones que he hecho constantemente con una gran numeróloga, como fue Rosa Albert.

Pitágoras, no sólo era un gran filósofo del siglo VI antes de Cristo, sino que también era un esotérico. Sus conocimientos los obtuvo en su viaje a Egipto, donde mamó las ideas de Hermes Trimegisto y la filosofía hermética. En Crotona (Magna Grecia), funda una escuela que sigue la doctrina filosófica en la cual el principio de todas las cosas es el número.

Con el basamento de los números, el pitagorismo introduce el concepto de la armonía, ya que considera al Universo como una armónica ordenación numérica, un cosmos. Al someter así a todos los fenómenos a realizaciones numéricas, logró importantes aportes a las matemáticas, ciencias y música. La armonía mantiene una estrecha relación entre el orden cósmico y el orden moral, de modo que su existencia exige una norma de vida basada en el ascetismo. Los filósofos pitagóricos formaron una secta de carácter místico, cuyos ritos estaban cimentados en la doctrina de la metempsicosis. Practicaban la vida contemplativa y la comunidad de bienes (¿adelanto de la Era de Acuario?).

Este sistema filosófico influyó muchísimo, en algunos aspectos, en Platón y Aristóteles; posteriormente, en el neopitagorismo, que se desarrolló entre el siglo I antes de Cristo y el siglo II después de Cristo, y en quienes incorporaron aspectos del neoplatonismo. Pero como toda escuela posterior a la original, deformó las ideas primigenias y se perdió el contexto real e importante, que vuelve a estar en auge en nuestros días.

El número de su nombre revela la historia de su vida. Influye en cómo usted trabajará, cómo se moverá con sus relaciones, su personalidad, su carácter, su yo interno.

Su nombre, exactamente el que aparece en su certificado de nacimiento, a veces mal escrito o mal pronunciado, y que usted a lo mejor no usa habitualmente, es su número personal: su ficha cósmica, su ficha para la gran computadora de los Grandes Maestros o del Supremo Tribunal.

Cuando papá, mamá, el tío, el vecino o el sacerdote dicen "a mi me gustaría que se llamara fulano de tal", ese nombre está dictado desde "Allá arriba". Ese nombre, o varios nombres, como se usa en algunos países, y ser hijo de tales padres, tener tales hermanos y casarse con fulana o fulanito de tal, son hechos que están orientados y dirigidos por "la gran computadora": hay que cumplir con la causalidad dictada, si no, se bajará al plano físico tantas veces como sea necesario para aprender la lección. Para la gran computadora, su fecha de nacimiento es otra clave. Ud. debe tener "su" vibración kármica, es decir, su destino, su karma, su causalidad.

Si Ud. es adoptado y no sabe que nombre figura en su verdadero certificado de nacimiento, tiene varias opciones. Procure que le muestren sus registros para determinar el nombre, aunque sólo se lo haya utilizado en el breve período anterior a su adopción. Si eso fracasa, trabaje con el nombre que ha usado la mayor parte de su vida: quizá no sea tan preciso como el que figura en el certificado de nacimiento, pero tendrá gran valor. Es más; muchas veces hemos comprobado que el nombre recién descubierto en su partida de nacimiento y el que ha venido utilizando hasta ahora, coinciden en la suma de números. Evidentemente, le correspondía este número para su vida, para su personalidad, para su destino.

Pitágoras, el magnífico "padre" de las matemáticas y creador de esa filosofía que recién describimos, pensó que cada letra del alfabeto tiene un número correspondiente, y que ese número está determinado por su ubicación en el alfabeto: la A es 1, la B es 2, y así sucesivamente.

Así Ud. mismo podrá sacar su ficha personal, y aprendiendo esta excelente disciplina que es la Numerología, sabrá la significación de cada número. Un número 1 es, por supuesto, un líder con espíritu precursor, gran fortaleza, independencia y decisión. Su liderazgo lo hará fuerte más allá de sus propias debilidades.

Cuando realizo (junto a un médico) una consulta personal, ante alguien que me pide un consejo, invariablemente le hago un estudio numerológico, astrológico, grafológico y quirológico.

Todo está reflejado quizá en estas palabras: son disciplinas matemáticas que merecen una buena interpretación del profesional que las usa.

Además, con la numerología sacamos la vibración kármica del individuo, su vida anterior. Realizada la correspondiente Sofrosis, se comprueba la exactitud de esta disciplina. Otro camino que utilizamos para saber si la vida anterior expresada por una persona sofronizada corresponde a la verdad, es el de la astrología kármica.

El sofronizado nos dice con exactitud o con gran aproximación, la fecha y el lugar de nacimiento junto a la respectiva hora, tanto de su vida anterior como de la actual, desconociendo, muchas veces, esta última conscientemente.

Con las fechas, lugares y horas de nacimiento de varios testigos, se calcularon las cartas natales y las revoluciones solares de los años más importantes de esa vida anterior, y nos hemos encontrado con una concordancia realmente asombrosa. Descartamos así la posibilidad de un fraude del inconciente, en el que siempre pensamos por las dudas permanentes que llevan estos temas.

Ante estos hechos, hemos intentado probar la continuidad de vida del testigo y si es él mismo, la persona de esa vida anterior.

Y ahí nos hemos basado en lo que muchos astrólogos utilizan: el ascendente de la vida pasada en la cúspide de la casa V actual. Los resultados han sido realmente extraordinarios. La casa V es por naturaleza la que refleja los deseos. Allí está lo residual del destino, tomando esa cúspide como ascendente de la encarnación anterior.

El famoso triángulo de Vida, como se llama en Astrología a las Casas I, V, IX, tiene su real asidero.

La Numerología y la Astrología kármica en estos últimos diez años nos han dado una aseveración de pautas, que nos asombran y nos indican que estamos en un real camino de investigación serio y profundo. La MEC no es un dogma de fe, sino realidad vital.

El funcionamiento de la gran computadora cósmica como yo la llamo, es perfecto. "Los de arriba" saben lo que hacen y nos maravillan con su accionar.

                                             

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