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Revista Digital de El Quinto Hombre
INVESTIGACION
DE VIDAS PASADAS -
EL "SALON DE ESCUELA" PARA LOGRAR SABER
(Pauta de comportamiento n° 12)
Nuestra entidad espiritual vive una eternidad y va superando etapas a través
de sus distintas vidas físicas, subiendo escalones de una simbólica escalera de la Sabiduría: así va cumpliendo con la causalidad dictada por los maestros. Pareciera que nuestra vida es un salón de escuela, al que reiteradamente
volvemos para repetir "la lección". |
por Fabio Zerpa
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Ya hemos dicho que en esa
escuela vital y espiritual, vamos viviendo las distintas circunstancias
por las que pasa un ser humano. Una vez somos hombres, otra mujer, pobre
o rico, poderoso o humillado, religioso o ateo, perseguido o perseguidor,
pudiendo cambiar de raza, idioma, país etc. Así, viendo todo ese espectro
vital, vamos aprendiendo, y
según nuestra realización espiritual y lo que hacemos en cada vida, subiremos
o nos quedaremos en el mismo escalón en la gran
escala de la sabiduría. Todos tenemos que transitar este camino para
llegar alguna vez al fin, y quedarnos en el "allá
arriba". Como ya vimos, el récord de vidas vividas, hasta ahora, lo
tiene el Dr. Brian Weiss, del
Hospital Monte Sinaí de Miami, quien, realizando una vez por semana una
hipnósis a una pequeña llamada Catherine,
llegó a individualizar ochenta y cuatro experiencias vitales. El escepticismo
de este psiquiatra norteamericano con respecto a la Memoria Extracerebral,
se fue borrando ante el estudio de este caso que realmente llama a la
reflexión y análisis. Así también el Dr. Weiss realizó una labor terapéutica
extraordinaria, porque los enormes traumas de Catherine que producían
ansiedades, temores y pesadillas constantes, salieron a la luz. La protagonista
los concientizó y hoy es una nueva Catherine.
Como dice El Kybalion, un libro clave que permanentemente
releo y recomiendo: Toda causa
tiene efecto: todo efecto tiene su causa: todo ocurre de acuerdo con la
ley. Azar no es más que el nombre que se le da a una ley desconocida;
hay muchos planos de causación, pero ninguno escapa a la ley.
Ese principio de la causalidad está detrás de todo pensamiento científico, antiguo o moderno,
y fue anunciado por los Instructores Herméticos de los tiempos primitivos.
Quizá el anuncio primigenio fue del Gran Maestro Hermes Trimegisto.
Si bien han surgido muchas
discusiones entre las varias escuelas de pensamiento, las disputas han
versado especialmente sobre los detalles de cómo opera este principio,
y también sobre el significado de determinadas palabras. Pero todos, filósofos,
místicos, religiosos, metafísicos y pensadores en general, siempre llegan
a la misma conclusión: toda causa tiene su efecto.
Pensar de otra manera sería
sacar el fenómeno del Universo del dominio de la ley y del orden, relegándolo
a ese algo imaginario al que el hombre ha dado el nombre de causalidad.
La causalidad no existe. El
Universo es un reino de ley, perfección y orden. Pensamos que ese Universo
Perfecto tiene muchos representantes en el mundo físico, porque esa geometría cósmica perfecta tiene en la
Gran Pirámide de Egipto (mal llamada de
Keops, porque ese faraón no tuvo nada que ver con su realización) su ejemplo
más notable.
Allí se conjuga lo que se
conoce como las cuatro columnas del conocimiento que forman
el saber, y que son: arte, ciencia, filosofía y religión.
Sus cuatro caras representan a esas cuatro columnas cognoscitivas que
terminan en un vértice no visible, más allá del truncamiento externo donde
se conjugaban todas las fuerzas vibracionales energéticas, en comunión
con el Universo y el Todo. Además situada como está, como el meridiano
natural perfecto y la división exacta entre mares y tierras, a las
riberas de uno de los tres grandes
ríos sagrados, como es el Nilo, reúne las cuatro columnas de la realización
espiritual, comunicantes del camino a seguir por el hombre.
Este camino es el Sendero
que lleva a la interpretación de la Creación
Suprema, para que la pequeña unidad humana se desarrolle en el hombre integral, un todo parte del todo.
Hoy, que el camino de la ciencia
es totalmente tecnológico, que el artista deambula solo, a veces sin religión,
que el filósofo es entendido por unos pocos, nos
hemos olvidado del hombre integral, el científico-artista-filósofo-religioso.
Cuando despertemos a esta realidad, comenzará
un nuevo tiempo.
Se unirán, sin distinciones,
todas las ciencias, las artes, las religiones (tan parcialistas) y las
filosofías, para que el hombre se libre de todas sus autolimitaciones
(los miedos) y comprenda que las respuestas están sólo en el amor, en todas sus fases, con predominio
del gran amor al Creador. Formamos
parte del macrocosmos y de lo inmanente, la conciencia
universal.
Esperemos que los científicos,
irrestrictos en su tecnología y materialismo, recuerden alguna vez la
frase de Albert Einstein, cuando dijo: La ciencia sin Dios no es ciencia.
Einstein, Planck, Jung, los tres hombres nacidos en el siglo XIX que
vivieron en el XX, vivirán en el XXI y a lo largo de toda la Era de Acuario,
pues sus ideas puntearon nuestra actualidad del frenético siglo XXI.
Gracias por estar.
El Quinto Hombre
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