Revista Digital de El Quinto Hombre
LA ISLA DEL SOL
Por Mónica Plataneo - Argentina
La Isla del Sol tiene 9,6
km. de largo por 5 km. de ancho aproximadamente. Los Incas remontaban
a ella su origen. Hasta hoy es profundamente venerada por sus descendientes.
Pedro Cieza de León dice que la llamaban isla Sagrada por una "ridícula
historia que cuenta que no hubo luz durante varios días hasta que el Sol
se elevó resplandeciente de la isla y por ello construyeron aquí un templo
para su gloria...."
Si atendemos a esta narración,
fácilmente surge un interrogante: ¿por qué no hubo luz? ¿Qué sucedió con
el Sol? Este hecho era reconocido también por los antiguos mexicanos.
Los toltecas que habían dividido los tiempos antiguos en cuatro épocas,
consideraban que el Primer Sol, llamado Sol de Tierra o Sol Nocturno,
era de la época de la materia oscura, que no tiene esperanza de ser redimida.
Esta época o Sol es en la
cual no hay sobrevivientes. Era el tiempo en el que el Sol había penetrado
al interior de la Tierra.
Este tiempo "sin Sol" lo vemos
referido, asimismo, en las leyendas de Quetzacóatl, Tammuz, Osiris, quienes
"penetraron a las tinieblas del infierno. En aquellos tiempos el Sol era
invisible, por motivos desconocidos".
Según la leyenda relatada
por el Cronista español Garcilaso de la Vega, la primera pareja de la
dinastía de los Incas, Manco Capac y Mama Ulla, hermano y hermana, eran
hijos del Sol y de la Luna, quienes los habían enviado a la Tierra para extender la civilización.
Manco Capac llevaba una vara de
oro y recibió instrucciones de viajar hacia el Norte hasta un lugar en
que la vara debía hundirse en el suelo, y fijar allí su imperio. Obedeció
Manco Capac y viajó a lo largo de la orilla occidental del lago, por las
tierras anchas y planas de la Puna hasta llegar al lago de La Raya, desde
donde las aguas del Vilcanato comienzan su curso para desembocar y fundirse
en el Amazonas. Descendió por el valle de este río hasta donde se erige
hoy el Cuzco. Allí depositó su vara de oro y surgió la Ciudad del Sol.
En honor de esta primera pareja,
un fuego sagrado ardía continuamente tanto en el templo del Cuzco (Coricancha)
como en todos los consagrados al Sol.
Los cronistas hacen referencia
de la magnificencia del gran templo del Cuzco, que según cuentan estaba
enteramente revestido de placas de oro. Los Incas procuraron ennoblecerlo
en cuanto pudieron, por ser el lugar en que sus antepasados, al DESCENDER
DEL CIELO, plantaron por primera vez sus pies.
De acuerdo a otros relatos,
estos HIJOS DEL SOL habían salido de la Cueva del Llegar a Ser, que es
igual a PAKARITAMBO, el primer día en que había Sol.
A orillas del lago Titicaca
habló el Sol por primera vez a los hombres, y algunas versiones hacen
del término Titicaca el nombre de la madre de los Incas.
Por ser el lugar donde ATERRIZARON
LOS DIOSES BAJADOS DEL CIELO, a la vez que la patria de las almas a la
cual regresan después de la muerte los cuerpos, los alrededores del lago
y lo que en ellos crece era considerado sagrado:
".....cogían algunas mazorcas (en la Isla del Sol),
las cuales llevaban al Rey como cosa sagrada y él las llevaba al templo
del Sol y dellas enviaba a las vírgenes escogidas que estaban en el Cuzco
y mandaba que se lo llevasen a otros conventos y templos que por el reino
había, un año a unos y otro año a otros, para que todos gozasen de aquel
grano que era como traído del cielo.....
......Echaban algunos granos en los graneros del Sol y en los del Rey
y en los pósitos de los consejos, para que, como cosa divina, guardase,
aumentase y librase de corrupción el pan que para sustento común allí
estaba recogido".
¿Cómo viajaron hasta nuestro planeta? ¿Cuál era su
lugar de origen? A la luz de los conocimientos actuales, no nos debe parecer
difícil la respuesta.
.......por tanto, reina y hermana, conviene que cada uno por su parte
vamos a convocar y atraer esta gente, para los doctrinar y hacer bien
que nuestro Padre el Sol nos manda".
El Quinto Hombre
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