Revista Digital de El Quinto Hombre

EL ESPACIO COSMICO Y EL MICROCOSMOS HUMANO

 

Por el prof. Dr. Guillermo Alfredo Terrera
(Del libro "LA BIOENERGIA
Poder Mental y Fuerza Cósmica")




El cosmos en virtud de su origen y posterior desarrollo evolutivo, integra una unidad absoluta con todos los elementos que lo están constituyendo, por cuanto esa unidad esta diversificada en infinidad de cuerpos celestes, gases en compresión o en expansión y en la energía que sustenta su movimiento.

La génesis del cosmos parte de una unidad originaria, es uno en su totalidad, multiplicada luego por las explosiones y la fuerza centrifuga que las anima y las dispersa, pero siempre integrando ese todo en uno, que es la unidad originaria y al mismo tiempo, ese uno, en el todo, que es la pluralidad universal. Esta formula irreversible, esta cuantificando y cualificando el monismo original del cosmos y de su posterior totalidad plural, dentro de la unidad inicial. Todo este fenómeno cósmico, lo podemos resumir en definitorias palabras: Uno es todo y Todo es uno.

El cosmos involucra pluralidad armónica y gravitacional de todos los elementos que lo constituyen, donde, desde luego, se encuentra inserto el planeta Tierra que es el hábitat natural del hombre y de todas las demás formas de materia viviente que se desarrollan en nuestro planeta.

El origen del universo puede plantearse a nivel científico en los diez mil millones de años, de allí en más comenzó el desarrollo y consolidación de miles de millones de cuerpos celestes, gases y polvo interestelar. La Tierra por su parte logra su participación planetaria entre los cinco mil y los cuatro mil ochocientos millones de años, en un tiempo que se calcula, alrededor de la mitad de la génesis cósmica.

La vida por su parte, tardo en aparecer sobre el planeta Tierra, en unos dos mil ochocientos millones de años y se origino, de elementos inorgánicos que luego se integraron en las soluciones coloidales del agua del mar. La primera forma de vida fue la unicélula y aparece en materia vegetal. Luego de un largo periodo de tiempo, se integran las formas orgánicas animales y más tarde, cuando todo le fue propicio, hace su aparición el hominídeo y luego el hombre, a través de un proceso evolutivo y bio-cultural que lo confirma como la ultima línea evolutiva de los primates.

En definitiva, vegetales y animales, involucrado el hombre, en su carácter de animal racional, constituyeron una misma unidad viviente, integrada por idénticos elementos de materia y energía cósmica. De esta manera, el proceso integratorio de unidad y totalidad, dentro de la unidad, realizado en el universo, podemos sintetizarlo, del siguiente modo:

UNIVERSO

¯

TIERRA

¯

VIDA

¯

FITON

¯

ZOON

¯

ANTROPON

¯

MICROCOSMOS o MACROCOSMOS.

El microcosmos para la sabiduría de los antiguos, era un pequeño universo que estaba constituido por los mismos elemento que a su vez integraban la totalidad cósmica. Cada hombre es así, un verdadero y definido cuerpo celeste, con la única variabilidad que su hábitat es el planeta Tierra.

La constitución atómica de ese microcosmos, que se denomina hombre, es exactamente igual a la de todos lo elementos que integran las estrellas, los soles, los proto planetas, los meteoritos, las galaxias, super galaxias, gases interestelares o polvo cósmico.

El hombre es una pequeña estrella o gas interestelar, pues posee los mismos átomos y las mismas moleculas que todos los cuerpos sólidos o gaseosos del espacio cósmico. De esta manera, posee átomos de hidrogeno, oxigeno, carbono, cobalto, nitrógeno, magnesio, cobalto, cromo, zinc, vanadio, calcio, manganeso, potasio, fluor, sodio, etc.

Cuando el planeta Tierra se integro hace alrededor de cinco millones de años, lo hizo con todos los elementos que giraban en el cosmos. Y desde lego eran parte constitutiva del uno originario que luego se transformo en el todo universal. La misma materia y la misma energía cósmica, contribuyeron como no podía ser de otra manera, a la formación del Planeta Tierra, entre los otros miles de millones de cuerpos celestes que ya se habían integrado o que se iban a integrar en el espacio universal.

En el siguiente cuadro, sintetizamos los conceptos:

UNIVERSO

¯

Átomos, moléculas

Y Sust. Químicas

¯

TIERRA

¯

HOMBRE

¯

Átomos, moléculas

Y Sust. Químicas

¯

UNIVERSO.

El hombre es así, un verdadero y autentico microcosmos, pues toda su constitución de átomos, moléculas y sustancias químicas que lo integran, están referidas a los mismos elementos constitutivos del Planeta Tierra y del Universo. Pero al mismo tiempo, esa unidad hombre, es también un macrocosmos, un todo universal y eso es debido, a su capacidad inteligente, a su poder mental, por cuanto a través de ella, el hombre puede poseer toda la magnitud finita e infinita del universo. El ser humano en su cerebro, tiene la dimensión sin limites del espacio cósmico.

El gran energetón de que hablaban los antiguos, fue la gran energía primigenia, la primera expansión de fuerza cósmica que da lugar a la creación del universo. Fue la gran energía liberada que puso en marcha la dinámica del cosmos. El energetón, en cambio, es el campo electromagnético del hombre que origina su propia bioenergía que es la fuerza operacional de la materia viviente.

II. LA VIDA EN EL ESPACIO CÓSMICO

El conocimiento científico, dedicado a desentrañar los problemas denominados del bio-cosmos, se ha visto acrecentado en la comunicación de los  científicos rusos del Instituto Yofté de Leningrado, sobre la presencia de moléculas orgánicas en el espacio cósmico o interestelar.

Mediante trabajos de investigación, se ha podido establecer fehacientemente que en el llamado medio interestelar del cosmos, existen procesos de información de moléculas orgánicas que vienen a corroborar nuestra vieja teoría, enunciada por los años 1948- 1950, de que en el medio cósmico, existen los gérmenes de la vida que se han desarrollado en nuestro planeta, tanto del orden vegetal como del animal, ya que pertenecen a un mismo sistema de vida, aunque se diferencian en sus estructuras y tejidos.

Este descubrimiento de moléculas orgánicas en el espacio estelar, ubica en su exacta dimensión, a la tesis que siempre hemos sostenido, de que todo el universo, es en realidad, una gigantesca célula que involucra a todos los cuerpos celestes, al polvo cósmico, al espacio interestelar y desde luego, al planeta Tierra, con todos los elementos inorgánicos y orgánicos que lo constituyen y que tiene en definitiva idénticos elementos de formación.

Los investigadores científicos del Instituto Yofté, han demostrado que las moléculas consideradas como el embrión de la vida orgánica, se forman de manera continua en los gránulos del polvo denominado como interestelar y que también se refieren a nubes estelares, denominaciones científicas que se emplean en definitiva, para denominar a los gases en plena expansión y compresión.

En experiencias de laboratorio, se realizo algo así, como un pequeño universo o mini-cosmos, consistente en un reactor esférico de vidrio de unos diez centímetros de diámetro y que se lo enfría hasta una temperatura, equivalente al nitrógeno liquido. En el interior del reactor, se encuentran una serie de gases como el deuterio, hidrogeno, helio, oxigeno, ozono, y otros elementos que también se encuentran en el cosmos. Todos estos gases ubicados dentro del reactor esférico, guardan exactamente las mismas proporciones, que ellos tienen, en el espacio cósmico.

Ese mini-cosmos creado dentro del reactor, es sometido a una corriente eléctrica de altísima tensión que pasa a través del equipo y produce una mezcla gaseosa que de inmediato se analiza mediante un espectrómetro de alta sensibilidad y se puede observar, que esa mezcla gaseosa, contiene moléculas orgánicas complejas, con presencia de alcoholes, aldehidos, y aminoácidos, similares a los que existen en el polvo interestelar.

Ya en otras oportunidades, se realizaron experiencias de laboratorio muy similares a estas del reactor esférico. En años anteriores, mediante descargas eléctricas a través de elementos gaseosos, pudieron sintetizarse en laboratorio, elementos biológicos de mucha importancia. Estas conversiones de materia, la naturaleza las ha llevado a cabo permanentemente, desde hace miles de millones de años.

Lo importante, consiste en señalar que todo el universo, esta formado por una extraordinaria cantidad de átomos de hidrogeno, nitrógeno, oxigeno, sodio, manganeso, calcio, carbono, potasio, magnesio, etc., en reacciones de tipo nuclear, como de otros elementos, alguno de los cuales, forman la sustancia básica de la vida y casualmente, los elementos atómicos que hemos enumerado renglones arriba, son esenciales a la integración del protoplasma.

Las experiencias realizadas por Wholer, Miller, Urey o por el biólogo ruso Oparin, lo mismo que las actuales del Instituto Yofté de Leningrado, han confirmado plenamente en laboratorio y a través de un mini-cosmos, las enunciadas primero, al origen del universo y de la vida y estas otras, al planteo de las moléculas orgánicas en el cosmos, que son en definitiva, partes de un mismo proceso unificador, pues significa que los fenómenos naturales se realizaron y se realizan de modo permanente y confirman la presencia eterna de moléculas de materia viviente en el espacio interestelar.

En las experiencias realizadas en el Instituto Yofté, no solo se empleo una descarga eléctrica a través de los gases proporcionales, sino que también se la sustituyo por un haz de electrones, poseedores de una energía equivalente a la desarrollada por los rayos cósmicos y el resultado, fue la aparición de las mismas moléculas orgánicas, logradas anteriormente por la electricidad.

En el espacio cósmico, tanto se producen ese tipo de descargas de electricidad, como la presencia permanente de rayos cósmicos que bombardean al espacio interestelar. Por ello, las moléculas orgánicas, en las contracciones gaseosas del universo, integran la confirmación estable de las formas básicas de vida en el cosmos.

La trascendencia de estos descubrimientos, tienen un valor inestimable, sobre todo, porque fueron creadas in-vitro a través de un mini-cosmos de laboratorio, pero que confirmo nuestras teorías, expuestas tan solo conjeturalmente en los años anteriores, sobre la presencia de moléculas orgánicas en el cosmos y sobre todo la confirmación de nuestra teoría, con respecto a la unicélula, en la integración universal.

Cuando nosotros afirmamos conjeturalmente, de que uno es todo y todo es uno, en cuanto al campo molecular, no solo inorgánico, sino también orgánico del cosmos, establecemos en verdad, aún sin poderla confirmar, por imposibilidad de realizar experimentaciones de laboratorio, ante la falta de medios y el atraso tecnológico que padecíamos. Con la demostración científica, de los investigadores rusos de Leningrado, estas posiciones han quedado aclaradas y confirmadas. Podemos recapitular diciendo que el universo es una gigantesca célula que se expande y se comprime de modo permanente y en esas contradicciones eternas, se encuentra la dinámica vital de su existencia.

En el siguiente cuadro, podemos sintetizar las experiencias del instituto Yofté:

Reactor Eléctrico de Vidrio

(Mini-Cosmos)

¯

en su interior con gases de Deuterio, Hidrogeno, Ozono, Oxigeno, Helio y Otros

¯

enfriado a una temperatura equivalente al Nitrógeno Liquido

¯

es sometido a una elevadísima descarga eléctrica o también por un haz de electrones que generan energía equivalente a los rayos cósmicos.

¯

se analizan mediante un super sensible espectrometro y en esa masa gaseosa se encuentran moléculas orgánicas, con presencia de alcoholes, aldehidos y aminoácidos

¯

moleculas orgánicas complejas similares a las que existen en el polvo cósmico o interestelar.

 

El Quinto Hombre