|  | Revista Digital de El Quinto Hombre
                
                  |  NOTA EXCLUSIVA OVNI EN LA LAGUNA DE COTE
 UNA MIRADA  HISTÓRICA  A  LA INVESTIGACIÓN  DE UNA  FOTOGRAFÍA
 
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                      DESDE COSTA RICA
 Por Ricardo Vilchez Navamuel
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 El primer análisis científico a la famosa fotografía de un OVNI en la  Laguna de Cote en Costa Rica, fue realizada en 1979  por una  organización pionera en el análisis digital de fotografía conocida en esos  años como “Ground Saucer Watch” GSW  y dirigida por William H  Spaulding donde acudían en ese tiempo, muchos investigadores de ovnis para el  análisis de fotos.
 Todo comenzó en mayo de 1979, con una llamada de un colaborador  del  Departamento de fotografía del Instituto Geográfico de Costa  Rica,  del Ministerio de Obras Públicas y Transportes a mi Estudio  Fotográfico. Sabían que  yo era fotógrafo y además, que investigaba  el fenómeno OVNI.
 Acudimos a sus oficinas mi hermano Carlos y yo como miembros de una  organización que habíamos fundado junto con el Ing. Enrique Castillo Rincón y  que durante el tiempo que estuvo operativa se conoció con el nombre del ICICE. Ya  en el Ministerio, nos encontramos que tenían una secuencia de fotos aéreas de  un sector de la Laguna de Cote y que efectivamente en una de ellas, tal y como  me lo habían comunicado por teléfono, se podía apreciar un objeto de forma  discoidal que no encajaba con la fotografía. En ese momento, la imagen era  motivo de toda clase de dudas por la gente que trabajaba en ese departamento.  El negativo de la foto era de gran formato y el objeto que aparecía ahí,  indicaba que en el negativo podría tener medio centímetro.  Creyeron  en un momento dado, que la imagen del objeto, podía haberse producido por  efecto de alguna gota en el proceso de revelado. Sin embargo revisaron el  negativo y no mostraba señas de que eso hubiera ocurrido.  Las especulaciones  sobre el posible tamaño del objeto no se hicieron esperar y tomando en cuenta  que el objeto parecía salir del Lago, calcularon que podría tener unos 80  metros de diámetro (una buena apreciación en ese momento). El descubrimiento del objeto en la foto fue por casualidad, nada menos que  8 años más tarde a la toma,  pues ésta había sido realizada en 1971.  Naturalmente en el departamento de fotografía conservan todos estos negativos y  como se acostumbra, alguien solicitó unas fotos de la zona y la gente del laboratorio  en ese momento se percató de que había algo anómalo.
 
  Nosotros  en el ICICE conservábamos algunas fotos típicas de OVNIS pero no tenían los  suficientes elementos como para que valiera la pena enviarlas a los Estados  Unidos. En este caso en particular, la foto es perfecta para un análisis  científico y  digital porque posee elementos extraordinarios. Algunos  de éstos son:                  1) La foto fue tomada con un equipo de alta calidad manipulada  automáticamente, se tomó de día en la provincia de Alajuela el 4 de  setiembre  de 1971 a las 8:25 am y  a tres mil pies de  altura por funcionarios del Instituto Geográfico de Costa Rica del Ministerio  de Obras Públicas y Transporte, que se encontraban realizando trabajos de  cartografía desde un pequeño avión especialmente para esa labor.                  2) La foto fue  tomada desde el aire y hacia abajo, por lo tanto la perspectiva contiene muchos  parámetros para hacer una evaluación más completa como son la altitud exacta  con relación a la superficie, árboles, casas, caminos, la laguna, etc.                  3) El  método que se utilizó permitió obtener del mismo punto de la superficie varias  fotos. Teníamos entonces una secuencia de 3 fotografías con intervalos cada una  de 17 o 20 segundos. Así la foto 299 no muestra el objeto, la foto 300 es la  que contiene al objeto y  en la tercera foto de la serie,  la  301  no captura al objeto, todo indica que el objeto estaba  en movimiento;                  4) muy importante, no existían motivos racionales como para  pensar que la fotografía fuera trucada; al tomarse automáticamente descartamos  una posible manipulación y                  5) la foto es un documento oficial.
 
 Así pues, a finales de mayo decidí enviarla a los Estados Unidos,  específicamente a la GSW para que realizaran el análisis digital  correspondiente pues en Costa Rica no contábamos con esa tecnología.
 
 
  El primer  análisis determinó los primeros datos: 1) todas las imágenes enmarcadas son  extremadamente agudizadas, debido al tipo y calidad del sistema de lentes  usados. 2) El test de distorsión de la distancia revela que todas las figuras  situadas en el suelo tienen un grado más alto de distorsión que el “Objeto no  Identificado”. Esto indica que el objeto no estaba siendo afectado por  atmosféricos al mismo grado que las figuras en el suelo. 3) La imagen no se  debe a ningún tipo de irregularidad del proceso. 4) La imagen aparenta ser  estructurada (un objeto con substancia) y no un tipo de reflexión tenue. Hemos,  con anterioridad analizado formas/imágenes con apariencia similar que se  determinaron como reflexiones; sin embargo hay muchas diferencias dentro de  esta fotografía que excluyen esta posibilidad.
 
 Las primeras conclusiones a las que llegaron en este primer análisis  fueron: Que la foto mostraba una imagen de buena fe de un “Objeto Desconocido”  pero que no eran definitivas ya que faltaban algunos datos, mismos que fueron  solicitados al ICICE.  En respuesta a este análisis y a lo solicitado  aportamos los siguientes datos:
 1) tipo de cámara utilizado, 2) diafragmas y  velocidades y 3) tipo de película. Aprovechamos para  solicitarles  que nos aclararan ciertos puntos en carta enviada y  fechada el 16 de julio de 1979.
 
 
  El 10 de  octubre de 1979 recibimos un último análisis realizado por  GSW  aportando los siguientes datos: 1) Calculando el ángulo de declive (descenso) de periferia del Objeto no  Identificado, da  a la imagen una proporción aspectual (posición  relativa) (de diámetro a altura) de 6 a 1. 
                2) El tamaño o  dimensión del “Objeto no Identificado” fue calculado  en  aproximadamente 40 metros de diámetro, indicando una distancia mayor de la  cámara de la que se estimó al principio. 3) El único detalle analítico negativo  que encontramos en esta fotografía es la no-uniforme configuración  geométrica  del objeto no identificado. El borde no concuerda con el  borde principal, el cual es definitivamente curvilíneo. Esto es debido a una de  dos posibilidades: a) la reflexión que produce esta superficie o posiblemente  el cubrimiento de una delgada nube que encubre detalles o b) la remota  posibilidad de que “alguien usase una técnica de montaje, por medio de que,  recortando una imagen de forma de OVNI (UFO) y re-fotografiándola en la foto  aérea. Sin embargo, no encontramos evidencia evaluativa que apoyara esto.  Conclusiones: “Imagen de buena fe de un Objeto Aéreo desconocido”. Hasta aquí  este resumen de los primeros análisis que se hicieron con la “foto del ovni de  la Laguna de Cote”.
 
 Y comenzó la divulgación, se publicaron artículos en México, Alemania y  aquí en Costa Rica. Después mi estimado amigo Juan José Benítez incluyó la foto  dentro de la colección de 1000 fotos de OVNIS en tres libros  que  publicó y editó Planeta.
     En 1979 en un  Congreso realizado en Bogotá le entregamos una copia de esta fotografía  al reconocido astrónomo e investigador, Dr. J. Allen Hynek, quien estaba  muy emocionado en ese momento; lamentablemente no recibimos ningún análisis  científico de parte de él. 
 En 1983 mi amigo el Dr. Gabriel Quesada estaba en USA y le envié las  fotografías con la intención de que fueran analizadas en la Universidad de  Kansas y le hizo llegar el material  a la Dr. J. Barbara Anthony-  Twarog profesor;  física y astrónoma; quien a su vez, lamentablemente  envió  el material  al señor Philip J. Klass, Presidente del CSICOP (The  Committee for the Scientific Investigation of Claims of the  Paranormal)  quién  como él mismo lo declara en la carta  que le envía a la Prof. Bárbara, no es un experto en el análisis de fotos. El  señor Klass envía el material a Robert Sheaffer quien es el Vice-presidente del  UFO Subcommittee de la organización que dirige Klass.
 En un desafortunado apartado de la nota del 7 de junio de 1983, que le  envía a la Prof. Bárbara,  tratando de justificar la foto que tiene  él para su análisis,  Philip J. Klass dice:     “Otra posibilidad que se me ocurre a mi cuando noto que Ricardo Vilchez es  profesional de fotografía y como investigador oficial de OVNIS en Costa  Rica, es que;  él podría haber estado  a bordo  del vuelo en cuestión, cuando se tomaron las fotos y  no  podemos descartar la posibilidad de que hubiera arrojado  el ovni/objeto por la borda con la intención de  obtener una de esas fotos”. En otras palabras Klass insinúa que yo me “colé” en el vuelo y que pude  haber arrojado un objeto/ovni para que fuera captado por la cámara del  Instituto Geográfico de Costa Rica. Más tarde, para que no hubiera ninguna duda  al respecto,  solicité a este Instituto una certificación de que yo  nunca he trabajado en ese lugar, posteriormente llevé la certificación al  Ministerio de Relaciones Exteriores para que autenticaran dicha certificación.
 Días después Robert Sheaffer le envía una carta a la Dr. Bárbara J.  Anthony- Twarog donde afirma sin previo análisis: “y basado en que he  estudiado muchas fotografías de ovnis, el objeto no es sólido sino más  bien probablemente un reflejo de la lente”. La carta de la cual  tengo copia,  más bien parece un borrador no en limpio con faltas y  borrones.
 
     Posteriormente  en el año de 1985 hicimos aquí en Costa Rica el “Congreso Internacional de los  Grandes Misterios del Hombre”.  Entre los distinguidos invitados se  encontraba el Dr. Jacques Vallee y aprovechamos aquel momento, para  entregarle  en sus  propias manos un juego de fotografías y  copia de los análisis de la GSW en un sobre. Al recibirlo lo hizo con un  procedimiento formal e inmediatamente  cerró  el mismo y lo  firmó, de manera que la persona que lo abriera supiera que no había sido  violentado. 
 Mientras, manteníamos  comunicación constante con el Dr.  Vallee,  el 9 de noviembre de 1986 realizamos una  visita a  la Laguna de Cote ya que teníamos conocimiento de un nuevo caso OVNI. Ese día,  visitamos al joven agricultor Ronald Alberto López Arrieta de 23 años y al  señor Joaquín Umaña Alfaro de 40 años pues afirmaron haber visto un objeto (u  objetos) en el agua propiamente  con tres torretas. El suceso había  ocurrido  el 25 de octubre de ese mismo año en un día claro y  despejado entre las 9:00 am y las 9:30 am. Explicaron que si el objeto lo  hubieran visto en el mar, hubieran pensado que era un submarino. La Laguna estaba  totalmente serena como un espejo y luego de que se hundiera o sumergiera se  produjo muchas burbujas y  oleaje. Como no obtuvimos ninguna prueba  además de los testimonios, no podíamos hacer más investigación debido a  nuestras propias limitaciones. Eso si, compartimos la experiencia con el  Dr. Vallé, porque consideramos era pertinente.
 El 10 de setiembre de 1989, recibimos mi hermano y yo una carta del Dr.  Vallee donde adjuntaba el texto del artículo  de él y del Dr. Richard  Hines,  analizando la fotografía de la Laguna de Cote en Arenal y nos  informaba que el mismo  había sido aceptado para su publicación en la  Revista de Exploración Científica, conocida como Journal of  Scientific  Exploration o JSE.     En la carta nos  decía: “que el artículo había sido revisado por varios científicos en  los Estados Unidos, pero que sin embargo los datos no podían ser terminados  hasta que no hicieran análisis de los negativos originales de las fotografías y  que eso era lamentable, porque la imagen parecía ser  una de las  evidencias fotográficas más detalladas que respaldan la existencia de los  objetos voladores no identificados”. Al mismo tiempo nos  solicitaba  tratar de obtener el negativo original del Instituto  Geográfico de Costa Rica. El artículo con  el análisis científico consta de 7 páginas de textos y 4 con imágenes.  Transcribo aquí tan solo una página de este primer análisis:      “De acuerdo  con el señor Vilchez, la cámara utilizada  fue una R_M_K 15/23. Los  lentes podrían haber descrito un foco fijo y una distancia focal de 6 pulgadas.  El tiempo de disparo fue de 1/500´s a f/5.6, los intervalos fueron fijados a 20  segundos entre exposiciones sucesivas.
 La película utilizada era de emulsión de blanco y negro con una sensibilidad  de 80 ASA. Esta película de grano fino produce un negativo de alta resolución  dando una película fija, plana con una cámara de tiempo rápido de disparo.  El negativo fue impreso en película aérea de Kodak Safety, tipo 3665. La  medida de la imagen 23 cms (529 centímetros cuadrados) mientras que la película  base media 25.3 cms. por 23.8cms. Comparando el área de la imagen con la escala  reducida del mapa topográfico indica que el negativo incluye una región de  tierra midiendo aproximadamente 11.5km en un lado.  La siguiente información fue registrada en un lado de la película. Cuadro opuesto: 909
 Altímetro:  10.000 pies
 Nivel  de burbuja: Nivel aproximado
 C=  152.44
 Nr  21186
 Hora:  08:25 a.m. hora local
 Anotaciones:  Anual
 10.000  pies
 4-9-71  (4 de setiembre de 1971)
 R.L.B.
 Escritura de mano entre el cuadro opuesto y la información arriba indicada  es la anotación 300 L-11 M-13.  A bordo de la aeronave estaban 4 hombres; Sergio L.V. especialista en  fotografía aérea, como también Omar A. (piloto), Juan B.C. geógrafo y Francisco  R. topógrafo. Ningún miembro de la tripulación observó nada extraño durante el  vuelo.  La imagen del disco: Resultado del análisis   
 
  Figura 4 
 La figura 4 es una ampliación fotográfica en  blanco y negro (1) del contraste intermedio del disco, mostrando (a) una orilla  oscura a través de la parte superior y la esquina superior derecha, la cual es  la orilla de la imagen y la marca fiduciaria incluida para propósitos de medida  (b) la línea de la orilla, también para propósitos de medida (c) y el disco  elipsoidal. Esta figura está orientada en la parte de arriba hacia el norte.
   Un  número de características son valiosas de notar en la figura 4  Primero, la imagen del disco parece poseer protección contra luz y  oscuridad lo que es típico de un objeto tridimensional el cual es iluminado por  luz solar. En este momento y localización del acimut del sol estaba a 85.4  grados (en el sentido de las agujas del reloj desde el norte) y la altitud era  16.7 grados, lo que explica el desplazamiento lateral de la sombra de la nube  desde la localización de la misma. (de la nube)  Segundo, la región triangular generalmente al lado derecho del disco no  puede ser una sombra solar proyectada por la (supuesto) parte opaca del disco  desde el lado derecho. Si el disco tiene una sección cónica de revolución opaca  y plana (siendo la mancha  oscura la parte del cono) y si el lado  derecho está emboquillado hacia arriba, entonces la superficie entera del disco  podría ser oscura. Es más probable que las regiones claras y oscuras sean  superficies marcadas.  Más adelante dice: Quinto, la imagen entera está en un foco agudo indicando que (a) el tiempo  del disparo es rápido (b) el disco no se movía en relación con el fondo de la  tierra, o ambos…  De igual interés es la dimensión máxima calculada del disco, si ésta fuera  localizada en la superficie de la tierra a 10.000 pies de la cámara.  La  imagen de 4.2mm. de longitud es equivalente a un objeto de 210 m.  en longitud o 683 pies. El objeto no puede estar más lejos.  Hasta aquí parte de este análisis que es traducción de la versión original  en inglés. Ver completo en el siguiente link: http://www.scientificexploration.org/journal/jse_03_2_haines.pdf      Dada la  necesaria solicitud  del negativo original por Vallee, nos fuimos una  vez más al Instituto Geográfico a solicitarlo; cosa complicada ya que estos  vienen en rollos y había que cortarlo. Allí nos dijeron  que la única  manera de que sucediera eso, era que una universidad americana lo solicitara.  Inmediatamente nos pusimos de nuevo en contacto con Vallee, quien hizo las  gestiones necesarias para que de la Universidad de Stanford a través del Dr.  Peter Sturrock enviaran carta solicitando los negativos originales. Con la carta en la mano, nos fuimos a la Dirección del Departamento de  Fotografía del Instituto Geográfico, una vez más. Nos dieron los negativos en  calidad de préstamo pues teníamos que devolverlos.     En febrero de  1990, recibí una nueva misiva del Dr. Richard F. Haines, diciéndome que había  recibido los negativos originales que necesitaban y que lo  agradecía  mucho, pues podrían examinarlos bajo ampliación microscópica. Poco después, el Dr. Richard F. Hines y el Dr. Jacques F. Vallee publican  un nuevo  artículo en Journal of Scientific  Exploration, Vol. 4, No. I, pp. 7 1-74, 199,  conocido como Photo Analysis of an Aerial Disc Over Costa Rica: New  Evidence,  donde entre otras cosas dicen: “…Quinto, nuestro análisis del negativo original confirma nuestra  especulación inicial de que la imagen del disco no es el resultado de una doble  exposición, una reflexión, un montaje o cualquier otro tipo de falsificación…
 
 …Séptimo, hemos examinado también los negativos  correspondientes  a 299 y 301 bajo diversas ampliaciones en la misma  región del lago, donde se encuentra el disco.
 Buscábamos cualquier tipo de  alteración en la superficie del agua. No había ninguna.
 En resumen, para nuestra buena fortuna de conseguir los negativos  originales de las imágenes 299, 300 y 301 ha dado lugar a la  confirmación  de nuestras  anteriores especulaciones, de  que el disco aéreo en la foto es ciertamente anómalo. Mientras no pueda ser  explicado, es por lo menos no identificado.  Hasta aquí algunas de las conclusiones del segundo análisis, tomando en  cuenta para ello con los negativos originales de las fotos. Abajo un link donde  pueden ver la publicación original:http://www.scientificexploration.org/journal/jse_04_1_haines.pdf
 
 
  A  principios de abril de 1996, nos visitaron  Antonio Huneeus  reconocido investigador chileno radicado en USA y el  Dr. Richard F. Haines, quien como  vimos  anteriormente,  junto con el Dr. Vallee fueron los autores de las  publicaciones difundidas en Journal of  Scientific Exploration o JSE: la razón principal de la visita era inspeccionar  la zona del Arenal, particularmente la Laguna de Cote, ya que el Dr. Haines la  conocía muy bien  a través de toda la documentación que se le había  enviado. 
 Fuimos allá el 13 de abril junto con Edgar Picado, otro investigador  del fenómeno OVNI en Costa Rica.
 
 
  El Dr. Haines pudo entrevistar a algunos  testigos de otros avistamientos en la zona y navegamos en la laguna hasta el  punto de la vertical, donde  podría haber estado el objeto aquel 4 de  setiembre de 1971. 
 A partir de ese momento la fotografía del OVNI de la Laguna de Cote en  Costa Rica, aparece  citada en muchas partes, como una de las mejores  pruebas fotográficas del fenómeno en el mundo, considerándose entre pocas como  prueba dura.
 Más tarde,  tuve conocimiento  que el Dr. Vallee  había enviado la foto  para que se hiciera un análisis  en Francia, pero aún no tengo ningún  documento que  pueda respaldar esto.    DOS  IMPORTANTES  INFORMES  CIENTÍFICOS INCLUYEN AL OVNI DE LA  LAGUNA DE COTE:  1)  El  Informe  Sturrock que aparece en 1997,  producto de un taller o  reunión de 4 días, entre el 29 de septiembre y el 4 de octubre de  1997  en el “Pocantico Conference Center”, en Tarrytown, New York y  que es uno de los documentos más importantes del fenómeno OVNI hasta ese  momento.  Siete científicos que investigan el fenómeno OVNI  presentaron una variedad de evidencia física donde demandaban fueran asociadas  a los informes de los OVNIS, entre ellas: evidencia del radar, evidencia  fotográfica, estimaciones de la luminosidad, rastros de la tierra, lesiones a  la vegetación y efectos fisiológicos de testigos, entre otros. Además había un  panel de revisión compuesto por nueve científicos de diversos intereses y un  Comité director científico formado por 6 personas. Sobre este informe, transcribo una parte  de la  nota  aparecida en internet y escrita por  Javier García Blanco, lo  siguiente: “Hace más de 25 años, el científico e investigador OVNI Jaques Vallée  advirtió que, pese a las reticencias de la ciencia oficial, destacados  científicos estudiaban en secreto el fenómeno OVNI. Los denominó "El  Colegio Invisible" y aseguró que algún día saldrían del anonimato... Hace  unas semanas, un comité integrado por reconocidísimos hombres de ciencia ha  pasado a la acción presentando al mundo entero un estudio que  demuestra  la  existencia  de  los  OVNI´s.
 A primera hora de la mañana del pasado 30 de junio llegó a nuestra redacción  una sorprendente información: un grupo de científicos adscritos a diversas  universidades norteamericanas y europeas había divulgado horas antes un extenso  informe titulado Evidencias  Físicas  Relacionadas con  Informes OVNI. Pocas  horas  después,  MM  obtenía  el sorprendente  dossier, claramente favorable a la existencia de  los OVNIs.
 
 En pocas horas, la trascendencia de este estudio universitario alcanzó  insospechadas cotas. Tanto es así que el 1 de julio, Susan McClendon, portavoz  de prensa de la Casa Blanca, se veía obligada a difundir un comunicado en el  que aseguraba que "el presidente Clinton ya ha recibido el informe de las  Universidades de Stanford, Cornell, Princeton y el MIT (Instituto de Tenología de Massachusset").
 
 Según esta nota, científicos de talla mundial llevaban cierto tiempo  presionando a la Casa Blanca para que el gobierno investigara los OVNIs de  forma abierta y transparente. Así mismo, treinta congresistas ya habían  mostrado su apoyo al comité. El magnate Laurence Rockefeller -responsable  último del ya conocido como "Panel Sturrok"- se reunió con Clinton,  su esposa y el Vicepresidente Al Gore para entregarle el informe.
 El "Panel  Sturrock"  
  De esta manera ha sido bautizado el comité de científicos que ha elaborado  el polémico informe dedicado al fenómeno OVNI. La iniciativa, que ha  sorprendido a la comunidad científica y ufológica, está dirigida por Peter  Sturrock, astrónomo y profesor de Física aplicada en la Universidad de Stanford  (EEUU). El profesor Sturrock es además presidente de la Society for Scientific  Exploration (Sociedad para la exploración científica). Adjuntos en la dirección  del Panel se encuentran Von R. Eshleman, profesor emérito de la Universidad de  Stanford, y el Dr. Thomas Holzer, del Observatorio de High  Altitude en Boulder, Colorado.
 
 El comité cuenta asimismo con un nutrido grupo de científicos de diversas  nacionalidades, destacados investigadores en sus respectivos campos. Entre  ellos se encuentran Guenther Reitz (Centro Aerospacial e Instituto de Medicina  Aerospacial de Colonia, Alemania), Bernard Veyret (Laboratorio  bioelectromagnético, Universidad de Burdeos, Francia), Charles Tolbert  (profesor de  astronomía en la  Universidad  de  Virginia, EEUU) o H. J. Melosh  (profesor  del  Planetario científico de la Universidad de  Arizona).
 Además, el informe ha contado con el apoyo y la documentación ofrecida por  diversos investigadores OVNI, todos ellos de sólida formación científica.  Nombres tan destacados en la ufología como los del Dr. Jaques Vallée, Richard  F. Haines, Illobrand Von Ludwiger (Alemania) o Jean-Jacques Velasco (CNES,  Francia) se encuentran entre los investigadores que han  contribuido con  sus  informes  a  presentar  evidencias  físicas  de  numerosos  sucesos  ovni 
                  acaecidos en diversos puntos de la geografía  mundial. 
 Estos y otros científicos, asiduos colaboradores de la Society for Scientific  Exploration y su órgano difusor, Journal for Scientific Exploration, son los  componentes de tan audaz comité, que han arriesgado su prestigio profesional al  dar a conocer sus investigaciones y conclusiones entre la comunidad científica.
 Ver el informe completo en el siguiente  link: http://www.scientificexploration.org/journal/jse_12_2_sturrock.pdf  2) El informe  Cometa fue publicado el 13 de julio de 1999 bajo el título de “Los  Ovni y la Defensa” (la portada de dicho informe es precisamente la foto de la  Laguna de Cote, tal y como lo muestra la imagen) y es producto de un estudio  que se realizó durante varios años por un grupo independiente del Instituto de  Estudios Avanzados de la Defensa Nacional. O IHEDN, y por diferentes expertos  en diversos campos. Este informe antes de salir al público, fue enviado al  presidente Jacques Chirac y al Primer Ministro Lionel Jospin.     Cometa es una  asociación  compuesta por especialistas de las ciencias en general  así como de oficiales superiores de la Armada e ingenieros. Sus siglas  significan: Comité d’Etudes Approfundies (Comité de Estudios a Profundidad). La  portada de dicho informe es precisamente la foto de la Laguna de Cote, tal y  como lo muestra la imagen. Podemos destacar del informe las CONCLUSIONES Y  RECOMENDACIONES:  El problema OVNI no puede ser eliminado por simples dardos de espíritus  cáusticos y desenvueltos. Desde la aparición del primer informe de la  Asociación de Antiguos Auditores del IHEDN hace 20 años, el CNES lleva a cabo  estudios serios, en estrecha colaboración con la Gendarmería Nacional y la  Fuerza Aérea principalmente, a la vez que con otros organismos de Estado  (Aviación Civil, Meteorología etc.). Estos estudios reagrupan otras  investigaciones, emprendidas de manera más o menos discreta en el extranjero y esencialmente  en los Estados Unidos.     Ellos demuestran la realidad física, casi cierta, de objetos voladores  totalmente desconocidos, de extraordinarios sistemas de vuelo silencioso,  aparentemente piloteados por inteligencias. Estos objetos voladores impresionan  grandemente por sus maniobras a pilotos civiles y militares, que vacilan en  hablar. El miedo a parecer ridículo, aislado, o simplemente crédulo, motiva  esta reserva principalmente. Aparatos de origen terrestre (drones, aviones  furtivos) no pueden explicar sino un pequeño número de casos. Retrocediendo lo  suficiente en el tiempo, se percibe claramente los límites de esta  explicación.   Es forzoso recurrir a otras hipótesis. Algunas no  pueden ser ni confirmadas ni rechazadas. No son ciertamente científicas y,  ciertamente, es bien difícil estudiar científicamente fenómenos raros,  fugitivos y aleatorios, cuando la Ciencia se basa sobre todo, en experimentos y  su repetición. Sin embargo, el ejemplo de los meteoritos demuestra que este  género de fenómeno puede, a pesar de todo, terminar por ser admitido por la  comunidad científica.  Una sola hipótesis se hace cargo suficientemente de los hechos y, en lo  esencial, no recurre a la ciencia actual: es la de visitantes  extraterrestres.  Emitida en 1947 por ciertos militares norteamericanos, es hoy en día conocida  mundialmente, criticada por cierta elite, pero plausible. Científicos  (astrónomos, físicos, ingenieros, investigadores) la han elaborado lo  suficiente para que sea aceptable, en tanto que hipótesis, por sus pares.  Diferentes variantes plausibles de viajes de una o varias  civilizaciones, de un sistema solar lejano al nuestro,  han sido puestas a punto. Un modelo  de técnicas Magnetohidrodinámica, que podría ser empleada por  los  OVNIS en sus desplazamientos en la atmósfera, ha sido llevada a un buen nivel  de desarrollo. Otras manifestaciones de estos objetos han recibido un principio  de explicación física (con fallas de automóviles, etc.).  Los  objetivos de estos eventuales visitantes continúan siendo desconocidos, pero  deben ser objetos de indispensables especulaciones y de puesta a punto de  posibles escenarios. La hipótesis extraterrestre es, lejos, la mejor hipótesis  científica. No está categóricamente comprobada, pero existen a su favor fuertes  presunciones y si es correcta, conlleva grandes consecuencias.  Roswell y la desinformación La desaparición de los archivos y los torpes intentos de explicación de la  Fuerza Aérea demuestran que los militares norteamericanos esconden algo  importante sucedido en Roswell en Julio de 1947, al igual como ellos trataron  de esconder sus experimentos con seres humanos relacionados con los efectos del  Plutonio. La hipótesis de una nave extraterrestre, que se apoya sobre testimonios  de calidad, no puede ser descartada. Para proteger el secreto, los dos tipos de  desinformación, reductor y amplificadora, han sido utilizadas en el caso  Roswell. Conviene señalar que la difusión de informaciones y análisis  contradictorios, hechos por Ufólogos por ejemplo, pueden haber sido en efecto,  inducidos.  Y después de esto hacen una serie de recomendaciones, entre ellas: a) Informar a los  encargados de tomar decisiones políticas, militares y administrativas, al mismo  tiempo a los pilotos de aviones y helicópteros.
 b)Reforzar los  medios humanos y materiales de SEPRA.
 c)Hacer  tomar en cuenta la detección de OVNIS por los sistemas civiles y militares de  vigilancia del espacio, que es necesario desarrollar por razones diferentes.
 d)Crear al más  alto nivel del estado una célula de enlace con SEPRA
 
 
  Tres días después, la revista francesa VPS( del grupo GSPresse.Communication  publica  el informe en una edición  especial de 90 páginas  con el título: “Les ovnis et la défense: à quoi devons-nousnous  préparer?”  (Los ovnis y la defensa: ¿A qué  debemos  prepararnos?
 
 Ver informe completa en el siguiente link:
 http://es.scribd.com/doc/76614452/Ovni-rapport-Cometa
 
 Ver la publicación de Cometa en youtube:
 http://www.youtube.com/watch?v=sV0vEdPGVws&feature=player_embedded#!
  Después de estas dos publicaciones, la fotografía del OVNI de  la Laguna de Cote en Costa Rica le ha dado la vuelta al mundo, no hay una  publicación seria que no la mencione. En  diciembre del 2000  el Dr. Jacques  Vallee  se comunica con mi hermano Carlos y le anuncia que llegará al  país en enero próximo para realizar una visita a la Laguna, pero  antes  quiere reunirse con nosotros y solicita no sea del conocimiento  público ni de la prensa su visita.
 
     El 16 de enero  del 2001, en un hotel de Escazú nos reunimos el Dr. Vallee, su  esposa  Janine, mi hermano Carlos y yo durante más de 6 horas. Al día  siguiente partiría para la zona del Arenal. 
 Finalmente, en  el año 2003 sale a la luz un libro en papel que utiliza en  la  portada  la ya famosa fotografía del objeto desconocido de la Laguna  de Cote y editado por: Éditions du Rocher, una casa editorial francesa fundada  en Mónaco  en 1943.  
 
  
 
 
 
 
 
 Hoy, después de 30 años de haber iniciado la investigación y al terminar de  hacer este recuento histórico, deseo expresar mi agradecimiento al Departamento  de Fotografía del Instituto Geográfico del Ministerio de Obras Públicas y  Transporte de Costa Rica, quienes siempre estuvieron  dispuestos a  colaborar y facilitaron todo para que nosotros,  pudiésemos  hacer  las gestiones pertinentes en esta pesquisa.
 
 
                
                  
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