
Según el Acta de Autorización de la NASA de 2010, el objetivo a largo plazo del vuelo espacial humano y los esfuerzos exploratorios de la agencia, deben encaminarse a la expansión de la presencia permanente humana más allá de la órbita baja de la Tierra, de un modo práctico y con el apoyo de socios inversores internacionales.
Por ello Sherwood cree mucho más lógico intentar antes colonizar la luna, un lugar mucho más próximo a la Tierra (y por tanto más económico y seguro), donde los astronautas podrían aprender muchas cosas sobre el trabajo en un cuerpo celeste sin atmósfera.
Otros de los objetivos que Sherwood pide a cambio es el apoyo a los esfuerzos privados para viajar al espacio. Acelerar los proyectos de turismo espacial ayudaría a hacer llegar el amor por el espacio a las masas. El arquitecto se imagina hoteles cargados de miles de visitantes en la luna para mitad de este siglo.

Finalmente, en su opinión otro de los problemas a solucionar antes de emprender camino a Marte es el de la energía limpia en nuestro mundo. Sherwood apuesta por la construcción de generadores solares espaciales que pudieran transmitir energía limpia y barata a nuestro planeta también para el año 2050.
Estas tres opciones conjuntas, podrían estimular la expansión económica en la Tierra, atrayendo a inversores privados hacia la carrera espacial, algo que podría beneficiar a aquellos que sueñan con el histórico momento de ver a un humano pisar el suelo del planeta rojo.
Así que como ven, la respuesta de Sherwood a la pregunta ¿debemos ir a Marte? no es en realidad un "NO" categórico, sino más bien un "vayamos por partes".
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REVISTA EL QUINTO HOMBRE