Revista Digital de El Quinto Hombre

LA MACHI Y EL CHAMAN MAPUCHE

 

Por la Lic. María Marquez Bardin



Desde sus primeros pasos el Hombre buscó desesperadamente develar los misterios de todo aquello que sobrepasase su comprensión. La mejor solución que halló fue volcar su problemática, ansiedad y desamparo hacia seres superiores, lo cual dio origen a las mitologías y diferentes religiones.
La comunicación con este mundo debía establecerse de alguna manera.
Así surgieron o se designaron intermediarios, que debían recibir, comprender y entregar las respuestas: Los mensajes cósmicos, seguramente bajo tres conceptos básicos; fenómenos de la Naturaleza, trastornos mórbicos y el porvenir. Entre estos oficiantes se encuentran los chamanes. Aunque con diferencias más bien ligeras de pueblo en pueblo, las características que ofrecen, la forma de reclutamiento, las prácticas iniciáticas, son bien generales, y los lugares que aún existen se han mantenido con poca variación.
Nosotros tenemos la oportunidad de contactarnos directamente con el chamán mapuche*, llamado Machi. Al menos en los grupos que habitan al otro lado de la cordillera (en Chile) se puede decir que son casi exactamente tal y como les vieron los cronistas españoles. Aunque sus descripciones llenas de adjetivos y prejuicios religiosos, pueden quizá empañar un poquito las imágenes, lo importante es que los datos aportados coinciden. Podemos apreciar, por ejemplo, que ya en aquellos tiempos eran casi exclusivamente del sexo femenino. Por esta razón vamos a hablar de la Machi.

Su reclutamiento obedece a una elección divina. Casi siempre que se manifiesta por medio del perrimuntun, visiones sobrenaturales que se presentan generalmente durante el sueño o estando la joven a solas, a menudo cerca del agua. Los objetos más habituales en el perrimuntun son un (a) anciano (a), serpiente, caballo, perro y/o senderos que desembocan en otra dimensión de tiempo y espacio.
Hay quienes pretenden ocultar el llamado; la verdad, sus razones no carecen de fundamento. Necesitan proveerse de una gran fuerza de voluntad, perseverancia, espíritu de sacrificio y una alta dosis de coraje ya que deberán someterse a:

*Un penoso y largo período iniciático; que incluye:
   Duras pruebas físicas.
   Aprendizaje extenso y heterogéneo.

*El proceso es considerablemente oneroso:
  Pagará a su maestra enseñanza y hospedaje (internado):   Vestuario, joyas de plata, instrumentos; serán totalmente nuevos.

*Una vez graduada sus obligaciones son abrumadoras:
   Deberá aceptar la alta responsabilidad de protección a su pueblo y de muchas vidas Humanas.
   Deberá estar dispuesta a acudir a cualquier lugar. A la hora que se la necesite.
   Deberá ser infalible ante las consultas y las demandas de cualquier índole que se le hagan:   Sanar, hacer llover, o dejar de llover, aconsejar en acciones, incluso hacia fuera de la Comunidad y que pueden tocar el campo jurídico.
   Saber exactamente qué hacer según la tradición o según lo que pidan las circunstancias.
   Sin embargo en caso de resistirse a la convocatoria es perseguida por fenómenos mórbicos que solamente cesan con la aceptación de su destino, y a veces, no se curan totalmente sino tras la consagración.
   El equipamiento cognoscitivo de una Machi cubre tres dominios diferentes. No obstante, la separación resulta más bien teórica y un tanto arbitraria, porque hay un frecuente traslado entre uno y otros, por ejemplo: cada vez que ella hace un diagnóstico o una curación está cumpliendo un ritual. Para medicamentos en su casa ejecuta algunos ritos en soledad y lo mismo sucede cuando debe dar una respuesta o una orden de cualquier índole. Las áreas son: MEDICINAL. RELIGIOSA - SOBRENATURAL. CULTURAL.

 

LOS CONOCIMIENTOS HERBORISTICOS:

Son impresionantes: no sólo sabe las cualidades terapéuticas de innumerables vegetales. Las mixturas posibles y adecuadas, las partes más útiles; (raíz, hojas, tallo, fruto, semillas, flores, polen), sus formas de uso (infusión, cocimiento, viruta: "Refregado" - jugos - polvo, y aplicación externa o interna: emplasto, enema, inhalación, fricción, bebidas alcohólicas diversas, ungüentos, etc.), sino también los lugares, las horas y las épocas en que alcanzan su máximo poder curativo. Algunos vegetales deben ser recogidos exclusivamente en alturas, o en llanos secos, cerca del mar o del agua dulce, en terrenos pantanosos, en lo más profundo de los bosques, aún cuando crezcan en otros lugares.
Ciertas hierbas son más ricas en propiedades terapéuticas recolectadas bajo el sol del mediodía, otras al amanecer, o al crepúsculo, otras aún sólo tienen auténtico valor sustancial en alguna hora de la noche. Es importante la estación del año, pero, además, hay que considerar las fases de la Luna.
Por último, mientras una serie vegetal sólo sirve realmente recién cortada, otra debe ser sometida a los rayos del sol; o al rocío nocturno. Quedan de seguro, otros detalles, pero hasta aquí vemos que son muchos factores a tener en cuenta y por otro lado se deduce que la obtención de su stock medicinal obliga a esta mujer a efectuar largos viajes (a caballo o en carreta tirada por bueyes), ascensiones pesadas y vigilias.
En el Aspecto Etiológico encontramos que los factores patógenos pueden derivar de fuentes naturales pero con mayor frecuencia surgen del plano sobrenatural; la diagnosis, por lo tanto, necesita procedimientos acordes con la concepción patógena.
Las formas principales de diagnóstico son:
-         El pewutun tukún méo en donde se emplea una prenda a usar por el paciente apegada a la piel (camisa o blusa, generalmente).
-         El pewútun wúllín méo, o exámen visual de la orina.
Ambos métodos se concretan acompañados de rituales convencionales. Cuando el contacto con el paciente es directo, la Machi suele inspeccionar los ojos y/o las manos, en este último caso emplea mayormente el tacto palpando las diferentes zonas de la mano, muy pocas y rara vez ven las líneas de la palma. En general se limita a colocar su palma en la del paciente, o en las partes afectadas y a "sentir" las vibraciones mórbicas y etiológicas.

LOS RITUALES TERAPEUTICOS:

Nos dan el más claro ejemplo del traslado entre lo religioso y lo profano. Podríamos decir más bien que es una evidencia de dicotomía.
El uluthum es el único que puede hacer una machil (aprendiz de Machi).
Es una educación simple o menor. La parte ritual consiste en las curaciones de la oficiante pidiendo a Ngenechén la sanidad del enfermo; en asperges sobre el lecho y su entorno. La práctica medicinal incluye la administración oral y/o externa (emplastos, fricciones).
El Machitún: es la ceremonia de sanidad de la Machi (como lo indica su nombre) y no puede proceder a ella nadie que no pertenezca a la institución Machin (equivale a una colegiatura o confraternidad profesional). Se practica en casos de enfermedad grave. Sería en un ritual complejo que dura 2 o 3 días, incluye nquillatun (oración conjunta) y diversos ritos. Requiere la presencia de ayudantes de oficio; la implementación y purificación de instrumentos y objetos a usarse.

 

 

EL MACHITHUN DA THUN CON AFFAFFAN:

Es el ritual terapéutico de más alta complejidad, solemnidad y costo. Se reserva para cuando han fallado los otros procedimientos, el enfermo ha sido desahuciado por doctores no Mapuches, o cuando el mal es fulminante.
Las ayudantes principales suelen ser Machis, a su vez los elementos antes mencionados se añaden: el sacrificio de un cordero, y dos grupos de hombres provistos de lanzas, el uno dentro de la casa, el otro montado en el exterior. La misión de ambos grupos es apoyar a la Machi mientras es poseída por el espíritu que operará por su mano y sobre todo ahuyentar  a los huerofo aposentados en el cuerpo del paciente, en la casa y alrededores.
El affaffan es el clamor característico de los antiguos guerreros, su grito de batalla. Actualmente tiene una denotación  ceremonial (no hablemos de su connotación). Se distinguen dos partes, una es el voceo con determinado timbre y tono de la sílaba ya reiterativamente, cada cierto tiempo se complementa con la frase Marichiweu (diez veces, diez vencedores o jamás será vencido).

 

II - LO RELIGIOSO O SOBRENATURAL:

Hay una serie de cantos exclusivamente de las Machi, también danzas, letanías, tañido de instrumentos musicales. Además está el lenguaje esotérico para comunicación con el mundo cosmológico. El aprendizaje comprende también técnicas místicas (por el trance o posesión) exorcismo y el conocimiento del Panteón Divino.
Aún cuando el Dios supremo es uno, Ngenechen (dueño de la gente) en la cosmogonía Mapuche no existen individuos aislados, sino grupos familiares en jerarquización piramidal. Ngenechen es, entonces una entidad cuádruple, una cuadrinidad, constituida, por padre, madre, hijo e hija. Solamente se separan en los cantos Machin, en el perrimuntun suele aparecer, así mismo uno de estos seres o partes.
Están luego los pillanes espíritus superiores considerados como el corazón o la esencia de las cosas o fenómenos importantes: por ejemplo: pillan del viento, del volcán, del agua.
Les siguen las almas de los muertos, organizados por orden de importancia.
Entre ellos los Fileo, espíritus de antiguas Machis, entregan a estas los designios de Ngenechen y actúan por su mandato a través de ellas, utilizando la experiencia de su anterior vida terrenal.
Aparte están las Huestes Satánicas constituidas por los Huekufu, espíritus del mal que provocan catástrofes, desgracias, adversidades y trastornos de toda índole: geofísicos, atmosféricos, económicos, morbosos, etc.

 

EL RITUAL:

Consiste fundamentalmente en el Nguillatun, cuya traducción aproximada es "rogativa en conjunto" o "roguemos juntos". El Nguillatun por excelencia es el Trawulun (encuentros, reunión), realizado anualmente al finalizar las cosechas, definido comúnmente como ritos de fertilidad denominado Nguillantun por extensión, (los Mapuches mismos han llegado a llamarlo así, parece ser más o menos la misma ceremonia que los Mapuches argentinos denominan kamaruko).
Estas ceremonias comparables, si se desea, a misas ocultas, se celebran en cada paso importante de la vida en las comunidades, o reducciones, como los ritos del pasaje, en ocasión del nacimiento, matrimonio, muerte, consagración de una Machi, inauguración de una vivienda, ante catástrofes, desgracias, situaciones conflictivas. Existen ritos especializados para diferentes oportunidades.

 

III - CULTURAL:

LA MACHI es, por lógica, depositaria de la tradición mapuche, de sus valores, ojos y costumbres y de su idioma (no podrá concebirse un Nguillantun en otra lengua, ni con una concepción cultural diferente).
Esto, por supuesto implica un profundo estudio de la historia oral; ahora puede hablarse también de historia escrita (hasta cierto punto).
Una vez pre-munida de todo este bagaje cognoscitivo, tras un período de aislamiento y abstinencia (retiro espiritual y ayuno) la joven protagoniza el fastuoso y solemne ceremonial de consagración. Sólo entonces está lista para asumir los roles que la institución machin y la comunidad le imponen.
·        Protectora de su pueblo.
·        Intermediaria entre Dios y los hombres.
·        Médica.
·        Sacerdotisa.
·        Preservadora de los valores socio-culturales.
Ha cumplido un trayecto extenso, laborioso y duro para echar sobre sí la carga sobrehumana de tremendas responsabilidades y fatigas.
Nadie podría extrañarse si en un principio la dominó el temor y pensó eludir el llamado.




* Mapuches: pueblo aborígenes originarios del sur de Argentina, Pcia. de Buenos Aires y sur de Chile.

Las ilustraciones de éste artículo son gentileza del Centro Runa Huasi - Buenos Aires - Argentina.

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