Revista Digital de El Quinto Hombre
MEDICINA DE AVANZADA: LA BIO-MAGNETICA
Por Dr. Miguel Rodríguez Fernández - Argentina
Se acerca el tiempo
en que el hombre conocerá todos los secretos del Bio-Magnetismo y los
podrá usar para el absoluto beneficio de la humanidad.
Los primeros experimentos
e investigaciones científicas sobre las propiedades del Bio-Magnetismo
fueron realizados por el médico alemán Franz Antón Mesmer, quien en pleno siglo XVII deslumbró a Europa
con su "descubrimiento"; pero desde épocas muy antiguas sabemos que el
Hombre ya conocía sus propiedades y fines curativos. De esto tenemos pruebas
en las antiquísimas pinturas rupestres que describen escenas donde los
"chamanes" hacían el uso de la "imposición
de manos" con fines terapéuticos, pero también hay muchos documentos al
respecto en el Museo y Biblioteca del Vaticano, como así en el London
Museum, donde se guarda el famoso Papiro de Ebers (5000 a.C.), en el que
se descubren episodios de utilización del Biomagnetismo en la medicina;
también hay referencias de otras culturas como la hebrea, griega, precolombinas,
etc.
Mesmer basó su teoría diciendo
que el cuerpo humano procedía de los elementos terrestres (por afinidad
química) y que el Alma procede de los Astros celestes los cuales, a través
de su magnetismo influencian y sustentan nuestra mente y pensamiento.
Además, basándose en las propiedades
del imán, Mesmer aseguró que existía un fluido universal que relaciona
los metales, astros celestes, la tierra y los cuerpos animales. Este fluido
universal posee propiedades electromagnéticas que bajo ciertas condiciones
(leyes físicas y métodos adecuados) hace que se manifiesten propiedades
curativas en todo ser vivo.
El método utilizado por Mesmer
consistía en una cubeta llena de agua en cuyo fondo había una mezcla de
limaduras de hierro y vidrio pulverizado, y encima de esto se encontraban
botellas llenas de agua ordenadas simétricamente. Esta cubeta tenía una
tapa con agujeros de los cuales salían diferentes varillas de hierro con
puntas encorvadas, de las que se tomaban los enfermos y entrelazaban sus
manos formando una cadena; luego Mesmer les acercaba una varilla de vidrio
para dirigir las fuerzas electromagnéticas de curación hacia la zona afectada,
además de seguir una serie de pases y toques individuales (similar a las
"imposiciones de manos").
Todo esto se acompañaba de
una atmósfera muy especial con penumbra y música de piano, con ciertos
inciensos, para crear un ambiente cargado de "energía positiva".
Los pacientes decían sentir
síntomas tales como picazón o "cosquilleos", mareos, temblores, convulsiones,
y pudiendo llegar inclusive a un estado especial de pérdida de conocimiento
definido como "coma mesmérico", en el cual los pacientes no sentían ningún
tipo de dolor, por lo que se utilizó con fines anestésicos para intervenciones
quirúrgicas, estando muchas de ellas documentadas; por ejemplo, en 1829
Cloquet efectuó la amputación de un pecho (mastectomía) en una mujer en
la Academia de Medicina de Francia.
También se vio que los pacientes
en estado de "coma mesmérico) tenían experiencias paranormales, como ser:
adivinar el futuro, leer el pensamiento del magnetizador y encontrar efectos
escondidos.
Debido a esto el Rey de Francia
nombró dos comisiones de investigación para verificar la veracidad del
método de Mesmer. La primer comisión investigadora afirmó que era un fraude,
ya que el ambiente que rodeaba todo el proceso influía en la mente de
los pacientes mediante fenómenos de sugestión, imaginación y/o fantasías.
La segunda comisión no llegó a ningún veredicto porque el fallo fue dividido,
pues existieron algunos pacientes ciegos que reaccionaban al dirigirse
la varilla hacia ellos sin que se les avisara, ni que la varilla los tocara.
Entonces esta comisión informó
que tal vez podría existir algún tipo de poder que se dirigía de un hombre
a otro, produciendo en éste una acción sensible.... Esto alentó a Mesmer
y a sus discípulos a seguir en la investigación del magnetismo animal.
Luego en el siglo XIX el médico
escocés James Bravé, basándose
en las teorías e investigaciones de Mesmer, fundó las bases que dieron
origen al Hipnotismo, pero hipnotismo no es magnetismo porque en el hipnotismo
no entran en juego las fuerzas electromagnéticas de la vida y del hombre,
sino que actúan solamente las facultades mentales del individuo y no el
magnetismo animal con sus imposiciones de manos, propias del mesmerismo.
En realidad Mesmer creyó encontrar
la "Panacea de la Medicina"
en ese poder curativo, presente en todas las personas; este fluía de las
puntas de los dedos o de las manos, y se podía acumular en un depósito
(la cubeta) y luego ser transportado por conductores eléctricos (varillas)
al enfermo, pero en la actualidad su método ha cambiado gracias a las
investigaciones de grupos esotéricos (investigadores parapsíquicos). Las
técnicas son más sencillas y sabemos, gracias a ellas; que el magnetismo
animal actúa en primer lugar en el Aura, exactamente en el doble etérico
y luego, a través de los "Chakras" o vórtices (verdaderos centros de energía
magnética). Se influye en el cuerpo físico. El magnetismo es un fluido
muy peculiar localizado en los nervios y en especial en el canal medular,
constituido por la "energía primaria del ser", dándoles la
vitalidad necesaria a los nervios. La persona que actúa como magnetizador
debe ser una persona física, mental y espiritualmente sana, ya que él
infunde en el paciente parte de su energía en ese fluido vital que envía
para la curación, y si éste se encuentra enfermo, transmite su "mal"
a ese paciente.
El magnetizador suele actuar
de dos modos diferentes, en el 1er. Método el "curador" envía su propio
flujo vital al paciente tratando de enfocar la "corriente de curación"
en la zona afectada; el 2do. Método, más complejo y elaborado, tiene dos
pasos fundamentales: primero debe extraer del enfermo el fluido vital
de la zona afectada(tal como si sus manos fueran esponjas que absorben
la energía negativa), y luego reemplazará ese fluido enfermo por su propio
flujo vital transformado en energía curadora. Siempre todo magnetizador
debe guiarse por un instructor que le diga cuándo está "listo"
para ejercer facultades curativas.
Algo muy importante en la
curación Bio-Magnética es no negar al paciente la consulta con un médico
ni prohibir la administración de algún medicamento recetado por un facultativo;
además el Magnetizador no puede
ni debe recetar ningún fármaco ni sustancia para la curación, pues esa
es la tarea del médico.
La medicina unida a una buena
terapia de magnetización, puede ser la mejor solución. Ya en el siglo
XXI se está aplicando cada vez más.
El Quinto Hombre
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