Revista Digital de El Quinto Hombre

BENJAMIN SOLARI PARRAVICINI - EL NOSTRADAMUS DE AMERICA -

 Maravillosa nota de la Correctora de nuestro Libro 

 

Por Susana Rabbufeti

En el Epílogo, Fabio Zerpa dice: "Tengo que agradecerle mucho a la vida por haberme dado la oportunidad de estar al lado de un GRAN PROFETA, y de verlo accionar con sus excepcionales condiciones paranormales de precognición, telepatía, videncia y clarividencia, cuyo recuerdo aún hoy, y en forma permanente, me emociona".

          Yo me siento en la necesidad de agradecerle a Ediciones Continente la oportunidad de haber corregido este libro; a Fabio, su cordialidad y sus guiños de aprobación a mis sugerencias, y de agradecerle también mucho a la vida y a Dios el haber tenido en mis manos los manuscritos de Solari Parravicini, cuya letra tan dibujada y personal pude ir descifrando tras ardua lectura, pero además -y ahora lo sé... "porque ahora sé cosas que antes no sabía", como dice  Parravicini de sí mismo en el relato de una de sus experiencias psíquicas-, porque desde otra realidad invisible para mí pero perceptible físicamente él me ayudaba a hacerlo. Créase o no.

           ¡Caramba!, no era la muda voz de mi conciencia (como creí al principio), la que me decía, por ejemplo: "No, Susana, ahí no dice: 'la perra Sarka', ahí escribí: 'la perra Laika'." Tampoco era mi razón la que me susurraba en el oído: "Fijate bien, la misma palabra la escribo a veces con 's', a veces con 'c'; vos, respetá mi grafía, porque también es relevante, pues esto significa que, en ese momento, no estaba escribiendo una ficción con intenciones de escritor, no, no, yo era apenas un hombre asombrado intentando comunicar un hecho paranormal y lo escribía al correr de la pluma; lo importante es lo que cuento, lo que está por detrás de la letra...".

           ¡Caramba, caramba! Ninguna brisa se filtraba por el ventanal herméticamente cerrado de mi lugar de trabajo, como para que, por momentos, se avivara de modo tan sorprendente la llama de la vela que todos los días, durante el proceso de corrección, yo encendía y colocaba sobre mi escritorio -¡como no hice nunca en mis más de treinta años de profesión! -, en un impulsivo gesto de respeto sagrado por la memoria de Parravicini, cuyos manuscritos estaba descifrando como quien entra, sin permiso, en la intimidad de una persona; y, lo confieso, encendía esa vela porque deseaba que su luz -pero, sobre todo, el alma de Parravicini- me iluminara y me ayudara a descifrar su letra...

          Y ahora lo sé, su espíritu, su energía inmortal -o como se llame esa presencia invisible que yo sentía físicamente-, ese su modo de ser y estar en la eternidad sobrevoló sus manuscritos y me ayudó en mi tarea de descifrarlos. Créase o no.

           ¡Caramba, caramba, caramba!, y no era tiempo de jazmines todavía, pero una intensa fragancia de jazmines me envolvía por momentos, mientras realizaba mi tarea. Ahora lo sé: el tan famoso "olor de santidad"... Porque, tan sólo desde la proverbial intuición de género, me atrevo a afirmar que Parravicini no sólo fue un paranormal excepcional, sino sobre todo, un "santo", es decir, un hombre  desapegado de las cosas materiales y extremadamente bueno y generoso.

          Esa voz masculina que "me" leía los manuscritos... esa llama avivada de la vela... esa intensa fragancia de jazmines...

           (Mi vanidad personal quiere fantasear que Parravicini no sólo "huele" a santidad, sino que, además, puso unos jazmines invisibles sobre mi escritorio, en un gesto de caballero agradecido por el amor que puse, a mi vez, en la corrección de este libro.)

            Libro éste, al que le deseo toda la buena ventura que se merece. Es el texto que hacía falta sobre la vida y obra de Solari Parracini, visto por un autor que lo quiso mucho y, sobre todo, "visto" por sí mismo a través de sus experiencias psíquicas inéditas entregadas a Zerpa por él, de su propia y mágica mano.

            Y más aún que la biografía de un hombre excepcional, este libro es, antes que nada, el reconocimiento agradecido de un amigo a otro amigo, la biografía de una amistad.

                                                                                                                                        

Nota de Redacción- Hermosísimos conceptos. Muchas gracias. Lo sentimos como tú; el duende de Pelón está siempre pegado a Fabio y quizá a todos nosotros, los que lo respetamos y admiramos. Era un ser humano tan pero tan increíble.    

El Quinto Hombre