Revista Digital de El Quinto Hombre

EL DINERO

 

Elsa Bodega de Antón - Argentina

 

No es un crimen ser rico, y no hay virtud alguna en ser pobre, como nos han hecho creer los reformadores. El mal consiste en acaudalar el dinero con fines egoístas, impidiendo que circule libremente, para que llegue hasta el que lo necesite.
Aquellos que ponen a trabajar sus riquezas en forma que contribuyan al bienestar de las masas, son la salvación de un país.

Si todos tuvieran lo que llamamos "LA CONCIENCIA DE POBREZA", la miseria sería general; el peso del pensamiento pobre recae en las tierras, y ellas año tras año, retienen sus productos de manera que miles de seres mueren de hambre.
La conciencia de la prosperidad hay que formarla, y más en estos tiempos, en que la cuestión "DINERO" preocupa a todos, y sobre todo en que los mercados aparecen completamente trastornados. Si se precisa más dinero es necesario preparar un proyecto de cómo se va a emplear, y podremos estar seguros que la realización no se hará esperar.
El verdadero servidor trabaja confiado, porque no pierde ni pide nada para sí mismo, sino para servir en la obra del GRAN HACEDOR; lo cual no debemos olvidar. El no sólo inspira la obra, sino también suministra los medios para realizarla. Es necesario convertir "EL DINERO" en una fuerza dinámica y activa en constante movimiento "PARA ESPIRITUALIZAR A LAS GENTES". Su empleo en esta forma lo purifica y lo enaltece, porque se emplea sin egoísmo y sin limitaciones. Este es un punto importante; porque empleado así es como una fuente inagotable.
La humanidad ha hecho del dinero su norte y de la acumulación del mismo su guía, con la intención de utilizarlo para fines egoístas, en satisfacciones de bajo orden material. Quien lo use para fines altruistas, sin pensar en sí mismo, enseñará a las gentes dos cosas, a saber:
1.- Que la provisión del mismo es inagotable, cuando se emplea para bienestar y progreso de todos.
2.- Que estacionado y acumulado, es un peso muerto sin valor alguno, y que a la larga aplasta a quien lo acumule sin límites.
A medida que la humanidad aprenda y acepte estas cosas como verdad, verá cambiar la situación de su entorno y del mundo, se elevará y se mejorará porque se dará cuenta que la causa del mal reinante reside en el egoísmo individual y colectivo, inspirado por el temor al porvenir que pone limitaciones a la circulación de la sangre de un país, que hasta ahora es el dinero.
La posesión de riquezas, de conocimientos y de cualquier clase de bienes, crea responsabilidad, a la que es necesario hacer frente. Tal responsabilidad no es otra cosa que la de dedicar las posesiones de cualquier naturaleza que aquellas sean, al bienestar de los demás, porque ayuda a desvanecer los egoísmos y los temores causantes de todos los dolores físicos y morales. Los hombres no son iguales en capacidad, pero son iguales ante DIOS O EL GRAN HACEDOR; su Padre Celestial, quien los dota de sabiduría divina, de manera que desenvuelvan sus vidas en esta tierra en forma ascendente, la que se acelerará en evolución, a medida que desaparezca el egoísmo y el temor al porvenir.
Por eso es conveniente que cada uno haga su propia reflexión, aprovechando la personalidad en forma positiva y formularse las siguientes preguntas con respecto a si el dinero es algo importante y necesario para el trabajo espiritual:
1.- ¿Cuál es el factor que en la actualidad lo desvía del trabajo del Gran Hacedor y sus jerarquías?
2.- ¿Cuál es mi propia actitud hacia el dinero, lo considero como un posible y gran haber espiritual, o como algo material?
3.- ¿Cuál es mi responsabilidad personal, respecto al dinero que pasa por mis manos?
4.- ¿Lo manejo como debe hacerlo un discípulo de los maestros?
Ahora en esta segunda etapa es necesario:
Reflexionar sobre la redención de la Humanidad, mediante el correcto empleo del dinero.
Visualizarlo como una gran corriente de sustancias doradas que se apartan del control de las fuerzas del materialismo, y pasan a ser controladas por las fuerzas de la Luz.
No hay que olvidarse de "AQUEL" que dijo "QUE TODO LO QUE SE PIDA CON FE Y EN SU NOMBRE, SERA CONCEDIDO".

El Quinto Hombre