Revista Digital de El Quinto Hombre

SABANA SANTA - SU HISTORIA - Nota I



Por José Manuel García Bautista (España)




Ante el hallazgo de haber encontrado el supuesto rostro de Cristo, se ha formado una controversia sobre si la Sábana Santa realmente guarda esa documentación. Por ello, ofrecemos hoy un poco de la historia de ella para ubicarnos posteriormente en un NUEVO HALLAZGO SOBRE EL DIVINO ROSTRO.



LOS SANTOS LUGARES Y LA SÁBANA SANTA

"Año 33 (aproximadamente), un hombre es ajusticiado y condenado a muerte en la cruz, tras un castigo brutal es obligado a llevar un madero hasta el lugar de su ejecución, desde la ciudad hasta el monte Gólgota, más allá de los muros de la ciudad de Jerusalén. Una vez allí, este hombre apodado como "el rey de los judíos" es crucificado y tras tres horas de sufrimiento... muere.

Es desclavado y depositado sobre una sábana o lienzo y llevado hasta el lugar donde sería sepultado", esta sería una breve crónica de los acontecimientos de aquel día, pero ¿por qué nos detenemos en el Gólgota? Jerusalén fue arrasada en el año 70 por el general Tito, a partir de entonces los Santos Lugares son puras especulaciones  (su exacta situación). Por ello es tan importante determinar la localización del Gólgota y del Santo Sepulcro.

Con la unificación de Jerusalén, desde 1967 se ha llevado una amplia exploración por parte de los arqueólogos israelíes, sus investigaciones son significativas para los cristianos dada la posibilidad que determine el curso del Segundo Muro que protegía  a la ciudad. El monte Gólgota estaba localizado  fuera de la ciudad al igual que las tumbas judías, todo ello tras los muros de la ciudad. El monte era conocido como "el lugar de la calavera" y era un enclavamiento popular y conocido por todos. Los evangelios no dan ninguna indicación de la ubicación del mismo, salvo que estaba cerca de la ciudad, que era un lugar visible desde lejos, que se hallaba próximo a un activo camino principal y que cerca de él había un jardín que contenía tumbas de roca. El autor desconocido de la Epístola de los Hebreos dice que estaba "al otro lado de la puerta" pero no indica a qué puerta de la ciudad se refería. Los evangelios tampoco nos dicen como surgió el nombre de Gólgota, aunque hay algunas teorías:

1º. Qué el cráneo de Adán ("el primer hombre") se encontraba sepultado allí, bajo el monte.

2º. Que era el lugar público de ejecución, donde los cráneos  quedaban tirados cerca de allí.

3º. Que se asemejaba en su forma a un cráneo humano. La palabra en la que se escribieron los evangelios es "Kranion" que es griego. Al traducirla al latín se empleo la palabra "calvaria" que llevó a la expresión "Calvario".

La idea es que el Gólgota estaba sobre un montículo o colina, aunque podría ser el suelo de uno de los valles sobre los que estaba construida la ciudad de Jerusalén. El caso es que tras diecinueve siglos después  nadie sabe donde estaba el Gólgota o de donde viene su nombre, aunque desde el año 326 se ha identificado un sitio particular, marcado por la Iglesia del Santo Sepulcro, como escenario de la crucifixión.

El sitio presente puede ser el sitio real ya que era corriente que los romanos eligieran un lugar conspicuo para la ejecución de criminales, un sitio que está junto a la principal vía hacia el norte satisface esta condición. Muchos de los que visitan Palestina se han preocupado al descubrir que la Iglesia del Santo Sepulcro está dentro de la ciudad de Jerusalén, aunque los evangelios indican que la crucifixión ocurrió fuera de los muros, "cerca de la ciudad". La posición presente de estos lugares santos dentro de la ciudad se debe a los cambios que se han producido en el trazado y la extensión de Jerusalén en el curso de 2000 años. Durante casi un siglo después de la crucifixión, la ciudad Santa fue totalmente destruida dos veces y desde entonces ha visto a muchos conspiradores y gobernantes de diferentes credos.

El sitio marcado por la Iglesia del Santo Sepulcro puede haber estado dentro o fuera de ese muro, para que concuerde con la tradición evangélica debió estar fuera, ya que ese muro era entonces la defensa más septentrional de la ciudad, de ahí la necesidad de determinar el curso de este segundo muro.

Muchos se preguntaran el motivo de que el Santo Sepulcro estuviera al norte de la ciudad y la razón es que los otros puntos o lados de Jerusalén son tan escarpados y se hallan tan quebrados por hondonadas que ningún punto pudo haber contenido el grupo de personas del que  habla Lucas.

Una posición al norte de los muros habría sido posible si Jesús hubiese llevado después del juicio ante Pilatos desde la fortaleza Antonia, junto al templo, o desde el palacio de Herodes, la Ciudadela, al oeste de la ciudad. Aún existe debajo del Convento de las Hermanas de Sión, la Gabbatha, o suelo donde se  realizaban los juicios, probablemente era la sala de guarda del sótano de la fortaleza Antonia.

En el año 326,cuando se ubicó el lugar ahora marcado por la Iglesia del Santo Sepulcro, no se realizó ningún intento por sugerir que su reconocimiento se debía a la preservación de la tradición cristiana. El lugar parece haber sido identificado como el sitio de un antiguo cementerio judío.

La búsqueda del sitio verdadero se inicio en el año 326,por orden de Constantino, el primer emperador romano que reconoció la Iglesia Cristiana (después de recibir una señal en plena batalla": Con este signo vencerás" viendo una cruz de fuego en el cielo...). Después del Concilio de Nicea, Constantino declaró que el lugar debía ser objeto de veneración. En consecuencia, el obispo Macario de Jerusalén eligió el lugar que, al ser excavado, reveló un número de tumbas de roca y a unos 85 metros hacia el este, una cisterna que contenía tres "cruces". Se eligió una de esas tumbas, no sabemos con que criterio, como aquella en la que había sido puesto Jesús, y se identificó una de las cruces o vigas de madera que contenían clavos como la verdadera, por sus poderes curativos, dato a tener en consideración. Como principal narrador tenemos al historiador de la Iglesia y obispo de Cesárea en Palestina  es esa época: Eusebio (Vida de Constantino).

A favor del actual enclavamiento habría que decir que San Juan en las postrimerías del siglo I escribe en Efeso un evangelio cristocéntrico en el que se refiere a la tumba del señor, sin aludir a posibles violaciones o deterioros. Y el propio Eusebio nos cuenta en su "Historia Eclesiástica" que hasta la segunda guerra judía del año 132 "trece obispos", convertidos del judaísmo a la fe cristiana, cuidan con gran celo del sagrado lugar".

Orígenes, escritor griego y doctor de la Iglesia, afirma que durante el siglo II empiezan ya a acudir a Jerusalén numerosos e ilustres peregrinos para visitar los Santos Lugares y orar en ellos, puntualizando que estas peregrinaciones dieron comienzo después de la Ascensión del Señor, dato muy importante éste porque significa que no fue olvidada la sagrada tumba. El propósito profanador de Adriano al erigir un templo a Venus sobre el Gólgota y el Santo Sepulcro señaló el sitio exacto de la muerte y sepultura de Cristo, y durante más de dos siglos sirvió de protección a los Santos Lugares.

Otras fuentes indican que la emperatriz Elena, madre de Constantino, fue a Jerusalén a buscar el sitio exacto, según el relato se produjo una revelación milagrosa y otro indica que se debió a un judío que extrajo la información de archivos familiares. Se dice que Elena, al llegar a Jerusalén, le encargó a Macario que buscara la cruz, este sin saber que hacer ofreció plegarias y se vio recompensado con un revelación milagrosa, en otros relatos la historia es análoga pero su protagonista es la emperatriz Elena.

Después del descubrimiento del sepulcro y de la cisterna que contenía las cruces, se quitó la roca que los separaba para formar una masa cuadrada de roca pura, que fue identificada como el Gólgota mismo. No se hizo intento alguno por sugerir  que parecía un cráneo, pero debajo se halló una cueva que se llamaba como el lugar del sepulcro del cráneo de Adán, lo que indica que esta fue la derivación más probable de la palabra Gólgota.

El sepulcro mismo coincidía perfectamente con una tumba de aquel periodo. Era un sepulcro de roca al que se entraba por una baja abertura. La cámara de la tumba era de 2´1 metros  de longitud por 1´8 metros de ancho y 2´4 metros de alto.había un nicho (semicircular) arqueado de 2´1 metros de  largo ya 0 ´6 metros del suelo. También había un nicho semicircular alrededor de esa y de las otras tumbas que también se encontraron. Encima se construyó la Iglesia de la Resurrección y hacia el este la Gran Iglesia de Constantino. La roca del Gólgota, marcada por una cruz, estaba entre ambos edificios.

Las iglesias que Constantino construyera fueron destruidas en el año 614,durante la captura de Jerusalén por los persas. Estos pronto fueron expulsados por los romanos del Imperio Oriental que reconstruyeron los templos, pero pocos años después Jerusalén paso a manos de los árabes durante la conquista mahometana de Palestina Las iglesias fueron destruidas nuevamente en el 1010. Los cruzados las reconstruyeron y la Iglesia del Santo Sepulcro quedó intacta hasta 1808, cuando un incendio la arrasó. El edificio actual data de 1810.Desde que los arqueólogos intentan localizar sitios bíblicos en Palestina, se ha identificado varios lugares en torno a Jerusalén como "el lugar de la calavera". La identificación del sitio marcado Iglesia del Santo Sepulcro depende ahora de la determinación del curso del Segundo Muro, construido por el rey Herodes para cerca lo que entonces era el suburbio norte. El antiguo Primer Muro, en su lado norte iba desde la Ciudadela en el  Oeste al Templo en el Este. El Segundo Muro, según el historiador judío Josefo, quién nació en Jerusalén y fue testigo presencial del sitio romano, "empezaba (en el oeste) desde la puesta del Primer Muro, que se llamaba Gennath, rodeaba la cuesta hacia el norte y subía hasta Antonia". Era una breve pared defendida únicamente por catorce torres. Su extremo occidental está determinado por la referencia del historiador a la puerta que daba a los jardines (Gennath). Se han encontrado porciones de un muro antiguo en el norte de la calle de David, en la línea que podía seguir el muro, el predominio de los negocios árabes en esa zona la torna muy delicada para la excavación. Parece probable que el muro rodeaba la parte principal del valle central, que en época de Herodes iba de norte a sur a través de la parte central de la ciudad. Ese pudo ser el motivo de su curso en zigzag. Parece que se desviaba hacia el norte, giraba hacia el este, volvía al norte y corría otra vez hacia el este. La Iglesia del Santo Sepulcro está situada -aproximadamente- en el lugar donde el muro hacia su primer giro repentino al este. El sitio así identificado, ¿quedaba dentro o fuera del muro? Para satisfacer las condiciones requeridas debió estar fuera de la puerta de la ciudad. Pudo haberse ubicado una puerta en ese lugar para empalmarlo con el camino  principal hacia el norte. El hecho de que se construyera la puerta donde el muro giraba marcadamente podía tener ventajas desde el punto de vista militar, ya que brindaba un ángulo por donde se la podía vigilar desde dos lados.

Jesús fue crucificado cerca de una escarpa o acantilado que contenía tumbas de roca y estaba cercado por un jardín -quizás parte de los jardines a los que conducía la Puerta Gennath- .En ello reside la paradoja, la dificultad para identificar el sitio. Los judíos no habrían permitido sepelios dentro de la ciudad. Esa conclusión ubica al lugar fuera del nuevo muro de la ciudad. Por otra parte, ¿ habrían permitido los judíos que su muro estuviera dominado por una escarpa? Además, parece indicar que el Gólgota debió estar hacia el norte o posiblemente en otra parte. Las mujeres que deseaban untar el cuerpo la mañana del domingo, fueron a escondidas, ya que esperaban que se las reconocieran como unas simpatizantes de los cristianos. Difícilmente se habrían atrevido a acercarse a una tumba próxima a los muros de la ciudad, desde los cuales podría verse.

No obstante en 2000 años ha debido cambiar la topografía del lugar y ello nos puede llevar a falsas conclusiones.

A favor de la situación actual están los resultados de las obras realizadas en 1962 en la Basílica del Santo Sepulcro y en las excavaciones del flanco nordeste del mausoleo que albergó la tumba de Jesús en las que se extrajeron tierra virgen rosácea del suelo de la sacristía y del mismo tipo de tierra que tenía los huertos en época de José de Arimatea.                   

El terreno está atravesado por un segundo grueso muro romano, anterior a cualquier construcción (romana) de Constantino. Este muro pudo haber sido el perteneciente al templo pagano construido por Adriano y al que ya nos hemos referido. Han surgido restos del cuadrilátero constantiniano que rodeaba el santo mausoleo por los lados norte, este y oeste.

Se han descubierto construcciones del siglo VI en el área comprendida entre el mausoleo y edificios del cuadrilátero constantiniano.

Se han reconocido el nártex y portal de la capilla de la Aparición, debidos a la restauración de Constantino Monómaco, en 1408.Se ha comprobado que las destrucciones de los persas en el año 614 como las de Hakem en el año 1009 no fueron tan extensas ni totales, conservándose estratos del pavimento y de ladrillos en la actualidad, es decir, hasta la envoltura de ladrillos de la restauración de Constantino Monómaco (según datos del padre Virgilio Corvo).




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