Revista Digital de El Quinto Hombre

 
HISTORIAS DE EXTRAÑOS SUCESOS EN ALICANTE (España)


DESDE NECOCHEA, Argentina
Guillermo Daniel Giménez
(*)




Nuevamente viajaba a Europa. Más de 12 horas de vuelo desde Buenos Aires (Argentina) hasta llegar a Madrid (España). Allí la combinación con otro vuelo rumbo a la hermosa ciudad de Alicante, frente al Mediterráneo.

Dos meses de vacaciones donde disfrutaría con mis amigos españoles y argentinos. Sol, playas, salidas y también diversos encuentros con colegas que durante el año mantenemos contacto y luego disfrutamos personalmente. Siempre regreso a Alicante, aunque recorra otros países y ciudades europeas, siempre culmino en ésta.

Encuentro aquí el lugar perfecto para mi estadía de verano europeo. Esta temporada fue muy calurosa. La ola de calor que sufrió todo Europa fue tremenda. Y Alicante no estuvo ajeno a esto. La Costa Blanca en la región de la Comunidad Valenciana totalmente llena de turistas.

Y es así que durante estas charlas con amigos escucho varios historias de casos acerca de extraños sucesos  que acontecen en esta ciudad mediterránea.

Quise sólo por ahora desarrollar dos episodios, uno acontecido a una amiga profesional, ella es abogada y trabaja en el Juzgado de la ciudad, lugar también de misteriosos sucesos. Quienes conozcan el lugar, pueden ir a consultar y ya verán las respuestas de algunos de los que trabajan allí. Carpetas que se caen, luces que se encienden y se apagan, máquinas que escriben solas...  y  un variado mix de sucesos que a más de uno hizo salir corriendo del edificio.

Ella misma también fue protagonista de estos hechos. Y el otro episodio es el relato de un Licenciado en Historia quien me cuenta de extraños fenómenos que acontecen en el Castillo principal de la ciudad, hoy llamado Castillo de Santa Bárbara.




Diferentes tomas del Castillo de Santa Bárbara (Alicante, España)



El autor de esta nota en el Castillo de Santa Bárbara.

Atrás parte del puerto y la playa del Postiguet (Alicante, España)


Quienes han estado en Alicante sin duda han recorrido el mismo. Yo he concurrido en varias ocasiones. Es un lugar típico de visita en la ciudad. Frente a la costa, frente a la playa del Postiguet. Y quienes lo visitábamos, no sabíamos que en el mismo lugar que pisábamos ciertos días del año se producían visualizaciones, ruidos y batallas de sucesos acontecidos siglos atrás.

Todas estas presencias, gritos, ruidos extraños, peleas y batallas con espadas, y algunas  apariciones...  forman parte de todos estos misteriosos hechos.




¡¡¡VAYA DIA DE TODOS LOS SANTOS !!!

Marisa F. A. es abogada y trabaja en el Juzgado de la ciudad de Alicante. La conocí este año durante el verano. Nos hicimos muy amigos. Su residencia era un piso más arriba donde yo vivía. El lugar: la calle Poeta Quintana muy cerca del Mercado Central, a minutos caminando del centro y de la playa.

Este edificio, -yo vivía en el primero-, consta de tres pisos y una terraza.

Cuentan todos que en ocasiones algunas personas pueden ver en el mismo ciertas personas que ya no están pero continúan estando allí... Se perciben sus presencias, y algunos llegan hasta ver sus apariencias.

Manifestaciones  en las escaleras de acceso y en diversos lugares del edificio, en las habitaciones, salas de estar... y hasta hay quienes han visto una mujer mirando por el balcón del primer piso pero allí no hay nadie... Estas apariciones se suman a los extraños hechos que suceden en el edificio. Pero veamos ahora lo acontecido en el segundo piso de departamentos.

Marisa me relata:
“Me fui de marcha con mi amigo Charly, y la verdad  lo pasamos muy bien, cuando cerramos todos lo garitos habidos y por haber, nos fuimos  a casa.

Charly llegó antes que yo, dejé el coche en el garaje, y subí a casa, me puse cómoda y acaricié a Lisy (mi perrita), y como estaba desvelada en vez de irme a la cama me fui al salón, encendí la TVyen vez de encender la lámpara,   encendí velas que dan una luz más tenue,  imaginate , tumbada en el sofá con Lisy a  mis pies, 
entrando en un estado de relajación forzoso por el ambiente creado en unos momentos.

Tuve un apretón inesperado que sólo yo, puedo hacer y nadie más,  así pues me fui al aseo, pero en vez de encender las luces, cogí una de las velas. (Para situaros, cuando entras por la puerta tienes de frente un espejo que tiene una repisa, para colocar tonterías diversas de decoración que realmente quedan bonito pero son un incordio, sobre todo a la hora de limpiar)

Coloqué la vela en la repisa, e hice mis cosillas. Cuando terminé no se porqué, me quedé mirando al espejo durante unos segundos y  cuando me moví me dí cuenta que mi imagen todavía estaba allí plasmada en el espejo sin moverse,  pensé que era fruto de mi imaginación  e hice la prueba de moverme hacia ambos lados, pero mi imagen seguía allí, entonces ni corta ni perezosa  me quedé mirando mi imagen  y  me di cuenta que  era  otra persona…así pues, apagué la vela y salí corriendo del cuarto de baño a la velocidad de la luz.

Fui al salón y Lisy detrás mía   y ahí estábamos las dos, petrificadas en el sofá sin movernos,  de repente y porrazo  Lisy se sube encima mía y  se pone a gruñir hacia la entrada del salón,  con las orejitas tiesas  como si hubiera alguien en la puerta  observándonos…al ver que pasaba el tiempo y Lisy seguía con su postura,  fue cuando  terminé de acojonarme y  sin demorar más esa situación , cogí el móvil y llamé a Charly toda nerviosa, histérica para que viniera a mi casa. Imaginaros, Charly estaría en el segundo sueño, se vistió y vino a mi casa.
 Una vez allí  en el salón, le conté lo que había hecho y  mi amigo encendió las luces,  entró en el cuarto de baño y por suerte en el espejo ya no había nadie.

Lógicamente me hechó la bronca  pues era la noche de TODOS LOS SANTOS,  mi amigo que es entendido en esta materia, me explicó que mucha gente intenta hacer rituales (sobre todo en esa noche), para  invocar a otros seres del más allá, y al final no suelen conseguir, lo que yo conseguí  es decir; que de haber querido provocarlo a cosa hecha, tenía que  seguir una serie de pasos  que yo,  de forma involuntaria me salté y  por lo tanto  logré.

Os puedo asegurarte que esa no fue mi intención, que la imagen que quedó reflejada en el espejo  no era yo, tenía una mirada profunda, la expresión de su cara  distinta… uf!!. Todavía la tengo clavada en mi memoria.

A mi siempre me han dicho que tengo la mirada muy expresiva, que no hace falta que hable. Pues joder  con mis miradas!!! … No me extraña que la gente se quede paralizada… Si yo misma salí corriendo...!!!”




CUENTA LA LEYENDA

Carlos J.R.L. es Licenciado en Historia por la Universidad de Alicante y escritor. Ha desarrollado varios libros de diversa índole. Al igual que a Marisa, lo conocí este año. Es un típico español. Varias horas de charlas mantuvimos acerca de estos temas. El es una persona que se interesa por estos fenómenos.

También ha sido testigo de varios hechos en su residencia de la calle Poeta Quintana. Ha visto y manifestado presencias, apariciones ... y en otros aspectos de su vida me ha contado de sucesos que también lo tuvo como protagonista. Pero sé que tiene por contar mucho más de lo que me ha manifestado...

El Castillo  de Santa Bárbara se encuentra frente al mar Mediterráneo.  Justo frente a la playa principal de la ciudad denominada del Postiguet. Lo hemos visitado en varias oportunidades. Al ascender se puede apreciar una hermosa vista panorámica de la ciudad y de la playa. De noche, el aspecto que da es bellísimo por su luminosidad. Miles de españoles y turistas lo visitan durante el año, principalmente durante el verano.

Por su superficie es una de las más grandes fortalezas de traza medieval de todo Europa. Ocupa toda la cumbre y parte de la ladera llamada Benacantil. Este es un mole rocoso que emerge junto al mar y tiene una altitud de 166 metros.

Se accede al castillo por una carretera posterior que sube entre pinares, a través del flanco norte,  o bien, por unos ascensores excavados en la montaña que se elevan 144 metros y a los que se llega por un túnel de 205 metros que nace a espaldas de la playa del Postiguet en la avenida de Jovellanos.

Respecto a los sucesos que acontecen en este Castillo me dice:
“¡Pues es tan cierto cómo que es verdad!”, “¡Que me caiga muerto si miento!”, y un largo etcétera de expresiones similares son, las que en una multitud de casos, tenemos que oír cuando hablamos de aquello que, comúnmente denominamos, sucesos paranormales. Pues bien, seguiremos con ese mito, o realidad, y diremos: “Cuenta la leyenda”, lo que ocurre es que, en los casos que os voy a relatarte a continuación, la historia también ha jugado un papel básico.

En la orilla del Mediterráneo existe una ciudad llamada Alicante. Es famosa por muchas cosas pero por su misterio y por sus sucesos, tal vez; y digo solo tal vez; NO.

Ocurrió, en aquella época convulsa de reyes cristianos guerreando con reyes islámicos  y entre sí, en el suelo de la Península Ibérica. Era la Edad Media y los reinos de Castilla y Aragón no sólo combatían por la tierra contra el “sarraceno infiel”, si no también entre ellos por ampliar las fronteras.

Ésta ciudad costera, llamada entonces La-Quant, fue conquistada por tropas de la confederación catalano-aragonesa bajo las órdenes de Alfonso, Infante de Castilla, futuro Alfonso X el Sabio, por lo que Alicante pasó a manos Castellanas ratificando así los pactos anteriores a ésta conquista y firmados entre los dos reinos cristianos. La fecha de este primer evento fue el día de San Nicolás de MCCXLVII (1247), y la data de otro evento se produciría unos cincuenta años más tarde cuando esta urbe pasa de manos castellanas a manos aragonesas.

Si fue Jaime I “El Conquistador” quién estuvo en la primera situación, será su nieto, Jaime II quien propicie el traspaso de coronas. Y así, a fines del siglo XIII, la antigua Lucentum romana pasa a manos aragonesas y, por decisión real, será integrada en el recién nacido “Reino de Valencia”.

En aquellos años la “toma de la ciudad”, de ésta o de cualquier otra, se produce cuando la fortaleza, el castillo o la alcazaba, es conquistada y arría la bandera del perdedor para elevar la del ganador en el mástil de la Torre del Homenaje, y ahí es dónde, por fin, comienza la leyenda...

Cuenta la historia que Nicolás Perich, Alcaide y defensor del recinto alicantino (actualmente denominado Castillo de Santa Bárbara), murió defendiéndola, oponiéndose a la voluntad de rendir la plaza ante Aragón pues él: “juró fidelitas (fidelidad) a su señor castellano”.

Tan grande era la lealtad de este súbdito que, cuando cayó la muralla don Nicolás defendió, piedra a piedra, su honor. En mitad de esta pelea herirá a Don Berenguer, amigo de Jaime II, que viendo que su señor estaba batiéndose en duelo con el castellano, intervino apoyando a su soberano. Esta intervención le salvará la vida, pero como contrapartida tendrá el resultado de la muerte de Perich. Su cuerpo quedó tendido sobre la fría piedra del suelo, con la espada derecha empuñando su espada y la izquierda asiendo, fuertemente, las llaves de la fortaleza, negando, con tal hecho, la rendición. Tan grande fue la lealtad del alcaide que tuvieron que cortarle la muñeca para poder quitárselas, al igual que el resto del cuerpo que fue despedazado y entregado a los perros. La historia siempre es más cruel que la triste realidad, y hoy por hoy, una mano cortada aferrando unas llaves es parte del escudo de la fortaleza de Santa Bárbara.

Esto es la historia, o se supone, pues de aquí nacerán varios, mitos, leyendas o, para algunos dogmáticos: “irrealidades”. La primera de ellas dice que el día que la mano de piedra se abra y deje de sujetar los preciados “fierros”, la ciudad de Alicante será conquistada ante cualquier enemigo (la historia nos ha demostrado que esta fortaleza goza de fama de inexpugnable. Alicante nunca fue conquistada, ni por los Ingleses en la guerra de sucesión -1700-1713-, ni por Napoleón –1808-1812- cuando invadió la Península Ibérica –junto con Lisboa y Cádiz son las únicas tres ciudades que se “salvaron” de la invasión francesa-). Parece que la maldición de Perich y el reconocimiento de lealtad por parte de sus asesinos, sirvieron para algo.

Otra leyenda que nacerá de esta acción es, como no podía ser de otra manera, que, año tras año, el día que tal combate se llevó a cabo, vuelve a suceder. Dicen que en esa fecha, de madrugada (que es cuando sucedieron los hechos), podemos oír caballos, ruidos de espadas, injurias, gritos... todo el fragor de la batalla.

Pero creo que será la tercera “irrealidad” la más romántica: Cuentan que cuando hay peligro para ésta metrópoli, cuando un invasor se acerca, se puede oír y ver a Don Nicolás Perich, vestido como aquel triste día, dando órdenes a su ejército para defender la urbe. Cuentan que este alcaide leal y fiel, no sólo juró fidelidad a su Rey,
sino también a la ciudad que tenía bajo sus pies. Cuentan que cuando juró dijo: “la defenderé con mi honor por siempre”, y eso es lo que sigue haciendo, pues la muerte, como siempre ocurre en las leyendas, puede ser vencida por la lealtad, la fidelidad y el honor.”

Alicante, hermosa ciudad española situada frente al Mar Mediterráneo, también protagonista de historias de extraños sucesos...

Guillermo Daniel Giménez (*)
Necochea - Argentina
gdgneco@yahoo.com